El Servicio de Salud de Baleares contabiliza 1.117 agresiones a personal sanitario el año pasado

Mientras el Colegio de Médicos habla de 27 ataques a médicos en 2023, IB-Salut los eleva hasta los 324

Las agresiones al personal sanitario no paran de crecer.

Las agresiones al personal sanitario no paran de crecer. / CAIB

I. Olaizola

I. Olaizola

El Servicio de Salud de las Islas Baleares contabilizó un total de 1.117 agresiones a personal de los centros sanitarios a lo largo de 2023. Casi el 95 % fueron agresiones verbales y el 5 % restante fueron físicas, según datos de la memoria de 2023 elaborada por el Servicio de Seguridad de los Profesionales del Servicio de Salud.

Del número total de agresiones, 517 tuvieron lugar en centros hospitalarios, 544 en centros de Atención Primaria y 54 en otros dispositivos sanitarios.

Por categorías profesionales, el personal de enfermería y los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) aglutinan el 50% de las agresiones, los facultativos aproximadamente el 29% y el personal administrativo casi el 16%.

Casi una agresión diaria

Estos datos del IB-Salut aportan una cifra infinitamente mayor de agresiones a personal facultativo que las facilitadas un día antes por el Observatorio de Agresiones del Colegio de Médicos de Balears. Mientras esta última fuente cifraba en 27 las agresiones de todo tipo sufridas por estos profesionales el año pasado, con un incremento del 29% sobre las acontecidas el ejercicio precedente, el porcentaje facilitado hoy por IB-Salut (el 29% del total de los 1.117 ataques perpetrados contra todas las categorías profesionales sanitarias), nos sitúa en una cifra de 324 agresiones a médicos en 2023, casi una diaria.

Junto con la Policía Nacional y la Guardia Civil, el Servei de Salut imparte cursos de formación a sus profesionales con el objetivo de aconsejarles cómo actuar en caso de agresión. 

Dichos cursos están enmarcados en el programa Interlocutor Policial Sanitario, diseñado por los ministerios de Sanidad y de Interior, con el que se dan recomendaciones para situaciones que se producen antes, durante y después de las agresiones, por ejemplo retirar del alcance de los usuarios y pacientes objetos arrojadizos, disponer de vías de salida, mantener la distancia de seguridad y hablar con tono pausado en todo momento.

Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil insisten en la importancia de denunciar a los agresores, pues el 35% son reincidentes.

La Administración, responsable

El presidente del sindicato médico de Balears (Simebal), Miguel Lázaro, no ha dudado en achacar buena parte de la responsabilidad de la «violencia» ejercida contra los facultativos a la Administración por la sobrecarga laboral que estos profesionales deben soportar por su falta de planificación y de recursos humanos.

Así, el líder sindical ha emplazado al Servei de Salut a que haga pública la partida presupuestaria que destina «para prevenir y evitar estas conductas». Unas conductas que ha preferido calificar de «violencias» antes que de agresiones ya que, ha diferenciado, «buscan hacer daño de manera intencionada a los sanitarios».