La gestora que dirigirá UGT-Baleares mantiene la división interna

Al frente de la misma estará la secretaria confederal del sindicato, Amparo Burgueño

Amparo Burgueño

Amparo Burgueño / UGT

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

La secretaria confederal de UGT, Amparo Burgueño, va a presidir la gestora que previsiblemente durante el próximo año va a estar al frente del sindicato en Baleares, tras la dimisión de su secretario general, Lorenzo Navarro. Un aspecto a destacar es que incluso el grupo que Burgueño va a liderar reflejará la actual división interna de la organización, dado que la federación de Servicios, la que tiene más peso y a la que pertenece Navarro, ha anunciado que desiste de formar parte del mismo.

Natalia Burgueño forma parte del equipo del secretario general de la UGT estatal, Pepe Alvarez. Es licenciada en Derecho y postgrado en Cambios en la Organización del Trabajo por la Universidad de Barcelona, y ha estado al frente de la federación de trabajadores de Enseñanza de Cataluña. Su elección viene fijada por la dirección nacional del sindicato.

Composición de la gestora

La composición de dicha gestora debe de confirmarse en el comité extraordinario que UGT-Balears va a celebrar el próximo día 20, con el nombre de las tres personas que acompañarán a la presidenta, que inicialmente debían de representar a cada una de las tres federaciones de esta organización, como son la de Servicios (que incluye a hostelería, comercio y transportes), la de Servicios Públicos y la de Industria, Construcción y Agro (FICA).

Sin embargo, desde la primera ya se ha anunciado que va a declinar participar en ese equipo, como prueba de su disconformidad con la forma en que se ha hecho caer a Navarro por parte de las otras dos.

Lorenzo Navarro

Lorenzo Navarro / B.RAMON

Solo la mitad de los apoyos

Eso implica que la citada gestora va a contar con el respaldo de solo el 52% del sindicato, al ser éste el peso de la suma de Servicios Públicos y la FICA.

Aunque se contempla que tras la elección de este grupo hay un plazo de cuatro meses para convocar un congreso extraordinario en las islas en el que elegir un nuevo secretario general, se da como seguro que se va a mantener durante un año, dado que ya estaba previsto celebrar un congreso ordinario durante el primer trimestre de 2025 para renovar la comisión ejecutiva que estos días ha quedado disuelta.

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