Opinión | El president del Parlament ha de ser «miembro de vox»; por Matías Vallés

El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne.

El presidente del Parlament, Gabriel Le Senne. / B. RAMON

Matías Vallés

Matías Vallés

El «Preacuerdo entre PP y Vox» para determinar «la composición de la mesa del Parlament de les Illes Balears» impone una sola condición al «Candidato a la Presidencia». Ha de ser «miembro de Vox». Este requisito fue aplicado el pasado junio para nombrar a Gabriel Le Senne, que era y sigue siendo «miembro de Vox». Para disuadir a tramposos del PP, se advertirá que no se habla de pertenencia al grupo parlamentario, sino al partido en sí. Tanto el pacto previo como el «Acuerdo de PP y Vox para el Gobierno de las Islas Baleares» siguen vigentes, según se han encargado de enfatizar ambos firmantes.

La bufonada de estas semanas viene protagonizada por eminencias como Idoia Ribas o Sergio Rodríguez, por no hablar de Agustín Buades (risas en off). Sin embargo, ninguno de estos dignísimos presidenciables se ajusta al elemental rango de «miembro de Vox». Al menos, a juicio de Vox, que ayer mismo comunicó al Parlament que el quinteto padece de «la suspensión de los derechos como afiliado o inhabilitación para desempeñar cargo o función en el partido y/o en representación de éste, desde el 31 de enero». Seguro que no lo merecen, pero han quedado inservibles.

Nadie duda a estas alturas de que a Prohens no le importa cogobernar con un tránsfuga o con una escoba. Sin embargo, el «miembro de Vox» le obliga a guardar las formas. Según el Comité de Garantías, por no hablar del propio Ignacio Garriga, en el Parlament solo hay dos «miembros de Vox». Son Gabriel Le Senne y Patricia de las Heras. Por tanto, la derecha tiene dónde elegir, hasta el próximo sainete.

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