Arqueras del Projecte Arkus de Mallorca: Las ‘Robin Hood’ que combaten el cáncer de mama

Cristina Reina, Conchita Rodríguez e Isabel Noguera ‘roban’ a la enfermedad los efectos secundarios que provoca

El Club de Tir amb Arc Projecte Arkus ofrece rehabilitación gratuita a mujeres que han sido operadas de cáncer de mama y han desarrollado un linfedema, pues las vibraciones del arco mejoran los síntomas

Cristina Reina, Isabel Noguera y Conchita Rodríguez, antes del torneo.

Cristina Reina, Isabel Noguera y Conchita Rodríguez, antes del torneo. / Guillem Bosch

Nair Cuéllar

Nair Cuéllar

Enfrentarse a ricos y malvados, robarles y dar su dinero a los pobres. Era el cometido del mejor arquero de la literatura: Robin Hood. Ahora las amazonas del Projecte Arkus le han quitado el testigo. Son grandes luchadoras y también combaten día tras día, eso sí, contra el cáncer de mama, al que ‘desvalijan’ los efectos secundarios que provoca.

No hay que olvidar que también compiten. Este fin de semana tiene lugar en Campanet el II Trofeu Balear ‘Arc i Salut’ Sala 2024, en el que participan un total de 22 arqueras de Mallorca y Menorca. Ha sido organizado por el Club de Tir amb Arc Projecte Arkus, en colaboración con la Federació Balear de Tir amb Arc y el Ayuntamiento de la localidad.

Según explican desde el Club, «una de cada cuatro personas intervenidas de cáncer de mama desarrolla un linfedema» -que en este caso es una inflamación del brazo producida por la interrupción en la circulación linfática generada por la extirpación de los ganglios axilares-. Es una secuela de la intervención quirúrgica que puede llegar a ser muy dolorosa, «con la consiguiente disminución de la calidad de vida», especifican. ¿Por qué practicar tiro con arco? Los expertos han constatado que «las vibraciones generadas por el arco en el momento de disparar la flecha consiguen mejorar o eliminar estos síntomas». Además -dicen- la práctica de este deporte genera «efectos psicológicos positivos que funcionan como terapia». 

Cristina Reina, Conchita Rodríguez e Isabel Noguera, arqueras del Projecte Arkus, lo corroboran. «Mi linfedema ha mejorado muchísimo, pero lo que ha conseguido este deporte a nivel emocional es una pasada. En el Club he conocido a una nueva familia, nos lo pasamos muy bien y nos reímos muchísimo. Es como una válvula de escape», reconoce Reina. Rodríguez asegura que el arco y las flechas han hecho que mejore físicamente, aunque lo que sobre todo consiguen es que «te olvides de todo. Porque solo tienes que estar pensando en lo que haces en ese momento. Siempre digo que la primera flecha que tiré en el Club me cambió la vida», relata con alegría.

Noguera atestigua que además de una rehabilitación para su linfedema, que le impedía levantar el brazo y «por supuesto sujetar un arco» -algo que ahora ya puede hacer, según cuenta- «el Projecte Arkus es psicológicamente fantástico, porque te obliga a salir de la burbuja en la que entras cuando te detectan esta enfermedad. Yo he tenido todos los efectos secundarios que se pueden tener y estaba muy hundida», confiesa emocionada.

«Una gran familia»

A Reina le detectaron cáncer de mama hace siete años y le hicieron un vaciamiento axilar que le provocó un episodio de linfedema. Cuando nació el proyecto en 2021, fue su oncóloga quien le propuso participar en él. Desde entonces entrena cuatro días por semana: martes, jueves, sábado y domingo, unas dos horas al día. «Me encantó el tiro con arco en cuanto lo probé, me fue súper bien y además encontré a gente maravillosa», constata. «Aquí encuentras más que amigas, encuentras una gran familia», prosigue. 

Rodríguez lleva año y medio en Arkus y no tiene ninguna duda al manifestar que su «experiencia es fabulosa». Le detectaron la enfermedad hace ya veintitrés años en la parte derecha, también le realizaron un vaciado que le generó linfedema. Hace dos años se lo detectaron en la parte izquierda, esta vez sin vaciamiento. «Me ha tocado doble, qué se le va a hacer», dice con optimismo. Fue esta segunda vez cuando entró a formar parte del proyecto. 

Un momento del torneo, ayer en Campanet.

Un momento del torneo, ayer en Campanet. / Guillem Bosch

«Yo no quería ir, pensaba que era un rollo, pero tiré una flecha y dije: ‘Esto es lo que a mí me gusta’», cuenta. Desde entonces está muy implicada con el club. Recuerda que este deporte le encantó desde el principio: «Estoy súper contenta aquí, además de que me encanta esta práctica, yo soy muy competitiva y a los tres meses de estar en el Club ya participé en un torneo nacional».

Describe cómo el tiro con arco ha disminuido considerablemente la hinchazón del brazo: «He ido a tomar medidas hace unos dos meses y se me ha bajado tres centímetros». 

Después del confinamiento por la pandemia del coronavirus, en 2020, a Noguera le cayó encima un jarro de agua fría. Tenía cáncer de mama. Forma parte del proyecto desde sus inicios porque «hay muy buena armonía y no se habla de esta enfermedad», explica. Como anécdota, relata que uno de los técnicos de Arkus les dijo un día que estaba asombrado porque veía que con una sola mirada, entre ellas se entendían: «Es así, es muy bonito, porque siempre nos comprendemos y aquí nadie te juzga. Es la gran diferencia de estar con personas que han vivido lo mismo que tú», cuenta con cariño. 

Su situación no es fácil, además del cáncer de mama, Noguera presenta otras patologías. Tiene problemas en el cuello y ya ha pasado por cinco operaciones en el brazo derecho. «Mi brazo malo era ese y para uno bueno que tenía, el izquierdo, me quitaron los ganglios y ahora lo tengo peor que el otro», se lamenta, aunque asegura con arrojo que su participación en el torneo de este fin de semana es segura: «Se hará lo que se pueda, pero he venido sobre todo para estar con mis compis y las chicas que vienen de Menorca, que son encantadoras». 

Las claves para dar en la diana

A estas tres amazonas supervivientes y llenas de valor no solo les une su lucha contra la enfermedad, también un fino hilo de sentimientos que las entrelaza. Todas ellas coinciden en que al principio no querían ir al proyecto, pero que una vez empezaron, les fue imposible dejarlo. Consideran, además, que una de las mejores cosas de Arkus es que «no se habla de la enfermedad. Solo comentamos si hemos hecho un 10 o un amarillo, por ejemplo. Y eso te hace feliz», dice Rodríguez.  

Por otro lado, las tres señalan sentirse muy comprendidas dentro del Club, porque todas son mujeres que han pasado por lo mismo». Finalmente, tanto Reina, como Rodríguez y Noguera, consideran que Arkus es «una gran familia». Cuatro circunstancias que hacen que cada día sea para ellas más fácil dar en la diana contra el cáncer de mama.

Por ello, aconsejan a todo el mundo que practique tiro con arco. «Es un deporte muy bonito», reconoce Noguera, que en concreto anima a las mujeres «que por desgracia les toque vivir esto, a que se apunten, porque es una manera de compartir algo muy íntimo evadiéndote a la vez de ello».

Elionor Morante y Pedro Carreño son los promotores del Projecte Arkus. «Son los que lo organizan todo, los que llevan todo el peso del trabajo y te hacen sentir en familia», opina Reina con orgullo.

El Club de Tir amb Arc Projecte Arkus es el primero del país que centra su actividad en la rehabilitación del cáncer de mama, por lo que cuenta con un convenio firmado con el Hospital Universitario Son Espases y el Colegio de Médicos de Baleares. De hecho las participantes del proyecto llegan derivadas por el centro hospitalario de referencia o el de Inca.

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