Tres de los cerca de treinta 'sin techo': «Dormimos en Son Espases porque no hay plazas en los albergues»

«¿Que por qué dormimos aquí? ¿Por qué va a ser?, porque no hay plazas en los albergues», contesta una de las personas sin hogar que pasa la noches en el hospital de Son Espases. Se llama Mohamed y es marroquí y asegura que lleva pernoctando en el centro de referencia sanitario de esta comunidad desde hace ya más de dos meses.

Le acompaña su compatriota Ayoub y su pareja, una peruana que se llama Goretti y que en estos momentos se encuentra embarazada. «Yo sí tengo plaza por mi estado en un centro de primera acogida que está al lado del albergue de Ca l’Ardiaca. Yo duermo allí pero por las mañanas vengo a estar aquí junto a mi pareja», explica señalando a Ayoub.

Este centro de primera acogida fue inaugurado por el IMAS (Institut Mallorquí d’Afers Socials) en noviembre de 2018 pregonando que suponía la puerta de entrada a la Xarxa d’Inclusió Social para aquellas personas en situación de exclusión que acceden por primera vez a un recurso social.

Goretti, sin embargo, no tiene una buena experiencia en este centro que cuenta con 40 plazas, 12 de ellas para mujeres. «Hemos presentado quejas por la comida y la medicación que nos dan pero no nos hacen ningún caso. El otro día una mujer se puso malísima tras tomar un fármaco, pensábamos que se moría», denuncia.

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Esta mujer explica las razones por la que su compañero sentimental lleva ya varios meses durmiendo en el hospital de referencia: «Es un sitio que está cerca del centro de la ciudad que, además es caliente y seguro. También te puedes asear en los baños», apunta pese a que ella, por el momento no duerme allí.

Mohamed accede a que este periódico les fotografíe con la condición de que se les pixelen los rostros. «No queremos que nuestros familiares sepan en qué situación nos encontramos», argüye subrayando que sus allegados también forman parte de la comunidad marroquí de Palma.

Al lado de los tres ‘sin techo’, junto a sus improvisados dormitorios que se componen de tan solo unas mantas desperdigadas en la planta menos dos del hospital de referencia, se pueden ver unos envases de zumos vacíos.

Preguntados sobre si esos víveres les han sido facilitados por la Cruz Roja, responden que sí, que acostumbran a llamar cada noche a la centralita del hospital sin ánimo de lucro para solicitarlos. «Y cada vez tardan más en responder a nuestras llamadas», se quejan.

Estas tres personas forman parte de una ya numerosa colonia de unos treinta ‘sin techo’ que han elegido el hospital de referencia como un lugar limpio y seguro en el que pasar la noche desde que comenzaron los primeros fríos, tal y como informó este diario en su edición del pasado domingo. Mohamed confiesa que generalmente duermen en el interior del hospital pero que a las seis de la mañana los vigilantes de seguridad acostumbran a desalojarlos.

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