La Audiencia Nacional juzga al exdueño del Temple

La Audiencia Nacional está juzgando estos días a Fernando Palazuelo, el antiguo propietario de los edificios del Temple, en Palma. El arquitecto, que durante muchos años vivió en Mallorca y fue condenado por expulsar a la fuerza a varios inquilinos que vivían en los edificios que él compró, está acusado de arruinar a su familia. Su hija Sofía es la esposa del duque de Huésca y futuro duque de Alba.

Este caso que se juzga en la Audiencia Nacional se denunció en los juzgados de Palma. La anterior esposa de Palazuelo, Sofía Barroso, acusó a su exmarido de haber descapitalizado la empresa que tenían a medias, denominada Arte Express. Esta fue la sociedad que utilizó el matrimonio para adquirir edificios antiguos en Palma, para después rehabilitarlos.

Fernando Palazuelo aprovechó la crisis económica para trasladar sus negocios a Perú. Allí le fueron muy bien las cosas. Siguió dedicándose al negocio que había iniciado en Mallorca, es decir, rehabilitaba edificios y después los alquilaba. Fue en Perú donde inició una nueva relación con su arquitecta. Tuvo un hijo, que ocultó a su familia, que seguía viviendo en Mallorca.

La familia descubrió que todo el dinero de la empresa Arte Express se fue ingresando en cuentas bancarias de Perú, controladas únicamente por Fernando Palazuelo. Su exmujer, que contó en todo momento con el apoyo de sus cuatro hijos, decidió denunciar los hechos en el juzgado de Palma. Calculaba que la apropiación indebida que habría cometido su exmarido ascendería a unos 50 millones de euros. El traslado de los fondos de la sociedad a Perú provocó la quiebra de la empresa Arte Express, con las correspondientes pérdidas económicas.

Además del proceso judicial, en el que la fiscalía solicita una condena de cinco años de cárcel para el arquitecto, existe un conflicto entre Fernando Palazuelo y su familia. Sus cuatro hijos fueron citados ayer a declarar y todos ellos mostraron su apoyo a su madre Sofía Barroso.

Palazuelo lleva muchos años sin tener ningún tipo de relación con sus cuatro hijos mayores. De hecho, ni siquiera asistió a la boda de su hija, ni tampoco al bautizo de sus dos nietas.

Este caso, publicado en exclusiva por este periódico, se trasladó a la Audiencia Nacional al aparecer operaciones económicas en el extranjero, a pesar de que la principal actividad económica de la empresa familiar se había desarrollado en Mallorca.

Sofía Palazuelo y sus hermanos únicamente coincidieron con su padre en la sala de vistas, ya que desde hace años no mantienen ningún tipo de relación.