Tiburones en Mallorca | "Es más peligroso un mar sin que con ellos"

Dos expertos dan una conferencia sobre el estado de los escualos en Baleares advirtiendo de que, contrariamente a lo que se piensa por la proliferación de imágenes en las redes sociales, están en recesión

Una imagen de una elegante tintorera.

Una imagen de una elegante tintorera. / Shark Med

I. Olaizola

I. Olaizola

 “Es más peligroso un mar sin tiburones que con ellos”, comienza Agustí Torres, presidente de la Associació Shark Med que vela por esta especie antes de pronunciar la conferencia Els taurons de les Balears i els reptes per a la seva conservació junto a Borja Torres, técnico del Parque Nacional de Cabrera, que tendrá lugar esta tarde en el centro de visitantes del espacio protegido en la Colònia de Sant Jordi.

“Y no es verdad que ahora haya más tiburones que antes. Lo que ocurre es que todo el mundo lleva un móvil en el bolsillo y fotografía los ejemplares que aparecen muertos en las playas y luego cuelgan las imágenes en las redes sociales dando la falsa impresión de que hay más. Y no es así, simplemente las cosas han cambiado. Antes los veía un pescador y se lo contaba a sus cuatro compañeros y el avistamiento no trascendía de ahí mientras que ahora se hace viral”, contrapone.

Shark Med lleva más de cuatro años desarrollando un proyecto científico para grabar tiburones en mar abierto, lejos de las costas, mediante un boya dotada de una cámara y con cebos para atraerlos.

“Pues esta temporada hemos visto menos que nunca. Y pensamos que es debido al calentamiento del agua, que puede haber provocado una redistribución de la especie. Los tiburones son muy sensibles a las temperaturas por su organismo y los avistamientos son más habituales en los meses de invierno, cuando el agua está más fría. La tintorera, una de las especies que más se ven en Baleares, se reproduce con una temperatura del agua de entorno a los 20 o 21 grados. Pues bien, este año en el mes de mayo ya se había superado esa temperatura”, revela el presidente de Shark Med.

Otra prueba de que la elevada temperatura marina estaría alejando a los tiburones del mar balear quedaría constatada porque en otras partes del Mediterráneo occidental como el Cap de Creus o la costa sur francesa, con aguas más frías, sí se estarían produciendo más avistamientos. “Allí no solo el agua está más fría sino que también contiene más nutrientes con los que alimentarse”, añade el experto.

Volviendo a la idea inicial del efecto beneficioso de la presencia en los mares de esta especie con tan mala imagen, Torres señala que “está demostrado que su reintroducción provoca beneficiosos cambios en los equilibrios de los ecosistemas marinos, incluso las plantas mejoran”, apunta recordando que, en Australia, un programa para recuperarlos mejoró la situación de unas praderas de algas antes devastadas por las tortugas.

Ecología del miedo

“De la misma manera, evitan la propagación de enfermedades entre la fauna de marina. ¿Por qué? Porque son depredadores y los peces enfermos son presas más fáciles para ellos. Asimismo su presencia provoca lo que se conoce como la ecología del miedo. Otras especies cambian sus comportamientos al sentirse amenazadas y no sobreexplotan los recursos”, añade.

Torres apunta a que el reto más importante en estos momentos es conseguir más información científica sobre los tiburones para poder brindarles una protección más eficaz. “Hay grandes vacíos de conocimiento sobre cuáles son sus rutas migratorias, sus posibles zonas de agregación para reproducirse y cuáles son sus criaderos”, señala diferenciando las primeras en las que se reproducen de las segundas donde habría más abundancia de comida con la que se alimentarían sus crías.

“Si tuviéramos esa información evitaríamos que se pescaran en las zonas dónde se concentran para reproducirse, causando un gran perjuicio para su recuperación. O se podrían establecer vedas en los periodos en los que la musola se reproduce”, apunta aludiendo a una de las especies de más valor comercial y subrayando que no están en contra de la prohibición de la pesca profesional sino simplemente de una actividad pesquera más sostenible que pueda perdurar en el tiempo. “Con más conocimiento científico se podrían planificar vedas temporales o geográficas”, abunda.

Ya para concluir, el presidente de Shark Med advierte de que el Mediterráneo es en estos momentos un “mar completamente desequilibrado por el cambio climático, la elevación de la temperatura marina y la proliferación de especies invasoras por esta causa sin depredadores que las frenen”.

Por ello también quiere resaltar la exposición de su compañero Borja Torres que, adelanta, versará sobre la recuperación de los gatvaires, especie de escualo que se está reintroduciendo en Cabrera y los esfuerzos que se están llevando a cabo para desarrollar un método que permita su reproducción en cautividad para una reintroducción más masiva y con más posibilidades de éxito.