Josep Aubareda: «Es muy difícil que se produzca un vertido por un impacto de este tipo»

El choque afectó a la estación de abastecimiento de combustible

Josep Aubareda, en su despacho en la APB.  | ENRIQUE CALVO

Josep Aubareda, en su despacho en la APB. | ENRIQUE CALVO / j.s. palma

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

El choque entre el Britannia y el petrolero Castillo de Arteaga causó daños en un 20% de la instalación del punto de suministro de combustible que abastece a toda Mallorca. Josep Aubareda explica que estos sistemas de descarga tienen mecanismos de parada automática. «Se paran cuando notan una oscilación fuerte. Cierran el grupo».

De este modo, en caso de fuerte impacto únicamente podría verterse el combustible remanente en las mangueras, en la mayoría de casos ínfimo. «Es muy difícil que se produzca un vertido», sentencia.

«En el puerto tenemos una gran cantidad de medios contra la contaminación marina», comenta Aubareda. Entre estos sistemas se encuentran dos grandes ‘barreras contra la contaminación’, de 350 metros cada una, que pertenecen al puerto de Palma. Pueden usarse para cercar el lugar de un vertido contaminante sobre aguas marinas o para cerrar una playa. «Las cedemos a otras administraciones cuando hay alguna catástrofe», apunta.

Además, Exolum, antigua CLH y propietaria de la instalación, cuenta con dos barreras de 250 metros más, junto un poco más pequeña que alcanza los 200 metros. De este modo, el punto de suministro queda completamente protegido ante cualquier situación crítica que suponga un vertido de algún residuo tóxico al mar.

En caso de que se produjese un incendio, la propia plataforma de repostaje cuenta con dos ‘monitores’ que son capaces de lanzar hasta tres toneladas de agua cada uno. Y, por si parecía poco, los remolcadores cuentan también con dos cañones que proyectan 10.000 litros por minuto, por lo que sería capaces de apagar un incendio en cuestión de segundos.

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