La huelga de lavanderías en Baleares por ahora sigue adelante

El sector de las lavanderías sigue en pie de guerra en Baleares y de momento continúa la convocatoria a huelga indefinida, a partir del 1 de agosto, una protesta que tiene en vilo a la industria turística porque gran parte de los hoteles tienen externalizado este servicio. El encuentro celebrado este miércoles entre el comité de huelga y la patronal en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de les Illes Balears (TAMIB) para acercar posturas se suspendió sin acuerdo. Las partes retoman este jueves la negociación.

Los representantes de los trabajadores presentaron una contrapropuesta a la patronal y esperan que «mueva ficha», explica Miguel Ángel Pardo, secretario general de la Federación de Construcción y Servicios de CCOO en Baleares. «Va para largo», avanza. Su objetivo es seguir negociando hasta mañana. En caso de que no se logre acuerdo, la huelga empezará el martes, un paro que caería como un jarro de agua fría en los hoteles: son el 80 % de los clientes de este sector y el resto, los hospitales públicos.

La patronal ofrece una subida salarial de 20 euros. Ha sido rechazada de plano por los trabajadores al considerarla insuficiente.

El salario base de los trabajadores de las lavanderías asciende a 890 euros, sumando complementos llega a 1.080 euros, explica Pardo. Subraya la precarización de este sector, que cuenta con «uno de los convenios más bajos» en la comunidad autónoma. De ahí, agrega, que falte mano de obra en las lavanderías, porque los trabajadores prefieren incorporarse a la restauración.

También demandan pluses para todas las lavanderías, más incrementos salariales; la regulación de las categorías y ascensos, dos días libres consecutivos semanales, cobro del plus de nocturnidad, días personales y tiempo de descanso. También 30 minutos para refrigerio. «Ahora la empresa paga 5 minutos y otros 15 los paga el trabajador».