SANIDAD

Reprochan al Govern que con más dinero la sanidad pública de Baleares esté peor

Los partidos del Pacte se preguntan qué hubiera pasado si la pandemia de covid nos hubiera sorprendido con los recortes del PP

Ribas, Gómez, Ureña, el presidente colegial Recasens, Patricia Gómez, Sans, Pou y Munar.

Ribas, Gómez, Ureña, el presidente colegial Recasens, Patricia Gómez, Sans, Pou y Munar. / Col·legi de Metges

I. Olaizola

I. Olaizola

El Col·legi de Metges acogió ayer un largo y poco productivo debate sobre las principales propuestas y soluciones que ofrecen las formaciones políticas que concurren a los comicios autonómicos del próximo día 28 a los problemas que aquejan a la sanidad balear. 

Los partidos de la oposición centraron sus críticas en que con más dinero y más profesionales la sanidad pública balear se encuentre peor que hace años mientras que los representantes del Govern defendieron su labor de enriquecerla año tras año preguntándose qué hubiera pasado si la pandemia de covid-19 hubiese llegado en los años de recortes de los mandatos del PP.

Fue un debate planteado por bloques temáticos. Y sobre el primero de ellos, la falta de médicos y qué medidas proponían para captarlos y fidelizarlos, los representantes de PP y Vox, Javier Ureña y Idoia Ribas respectivamente, recordaron que este Govern mantiene congelado el plus de la carrera profesional desde el año 2018 a lo que la consellera de Salud, Patricia Gómez, contrapuso que está congelado, sí, pero que no se ha dejado de pagar en todos estos años.

Tanto Esperança Sans, de Unidas Podemos, como Albert Pou, de Més per Mallorca, achacaron la renuencia de los médicos a venir a trabajar a Balears, sobre todo a las islas menores, al elevado nivel de vida y al alto precio de la vivienda. Problema para el que la primera sugirió una regulación del precio de los alquileres y el segundo un más genérico decrecimiento turístico para «hacer estas islas más habitables».

Mientras Juan Manuel Gómez, de Ciudadanos, propuso mejorar el plus de insularidad y abonar salarios más atractivos para las plazas de más dificultosa cobertura, Miquel Munar, de El Pi, abundó en las mismas soluciones pero achacando el actual déficit de médicos a la inacción del ministerio de Sanidad por lo que reclamó «menos aplausos y menos demagogia» y ponerse a trabajar en serio. 

En este sentido, Munar abogó por medidas imaginativas como, por ejemplo, que los Consells insulares gestionaran «pequeñas bolsas inmobiliarias» para contrarrestar la carestía de la vivienda en las Pitiüses que desanima a los médicos a venir a trabajar en ellas. Ureña apuntó a que el PP lleva en su programa una deducción autonómica en el IRPF para aliviar el elevado coste de la vivienda y sugirió también la posibilidad de construir viviendas específicas para los médicos en las zonas más tensionadas.

La exigencia del conocimiento del catalán no podía faltar en el discurso de Vox como una de las causas de la falta de médicos. Una crítica a la que respondió la consellera de Salud recordando a Ribas que en Castilla y León deben hablar también esta lengua porque es la región del país que más problemas está teniendo para cubrir sus vacantes médicas.

El copago también se abordó en el debate con el doctor Miquel Munar como único defensor alegando que «somos el único país de Europa que no lo tiene» y defendiéndolo como arma frente a la incomparecencia de los pacientes a las consultas que agravan las listas de espera. El resto de políticos se manifestó en contra de un «repago» con la salvedad de Vox, cuya candidata abogó por una recentralización del sistema nacional de salud.

La situación de la Atención Primaria también consumió buena parte del debate aunque sin que nadie ofreciera soluciones novedosas para un modelo que fue calificado «de éxito» aunque admitiendo que en estos momentos «está obsoleto». Tan solo la mejora de este nivel asistencial así como un plan de salud mental suscitaron la posibilidad de un pacto común para abordarlos.