‘El Futur que volem’, un documento de 176 páginas profuso en ideas y propuestas, es la hoja de ruta que la sociedad civil de las islas pone sobre la mesa para desmontar el modelo económico y caminar hacia una transición social, económica y ecológica. Parte de un diagnóstico inicial: el sistema actual es insostenible en un contexto de cambio climático, presión humana creciente, saturación turística en infraestructuras y espacios naturales, contaminación marina y excesiva generación de residuos. Y urge a actuar. 

La publicación es iniciativa del Fòrum de la Societat Civil, plataforma que agrupa a una veintena de entidades sociales, vecinales y ecologistas. «Es fruto del trabajo durante un año de expertos en energía, turismo, agricultura, vivienda o transportes», señaló Jaume Garau, presidente de la Fundación Iniciativas del Mediterráneo y miembro de la plataforma. «Queremos demostrar que la sociedad civil tiene ideas. Proponemos una alianza con la administración pública y las empresas para debatir y llevar a cabo estas propuestas», añadió.

El Fòrum presentó un esbozo del documento hace un año, y desde entonces ha trabajado en su desarrollo. El punto de partida es una situación económica «poco rentable» como consecuencia del monocultivo turístico, precariedad laboral, una excesiva dependencia del exterior en un entorno internacional incierto y un crecimiento inmobiliario asociado al turismo

El documento también describe un presente marcado por «un aumento de la desigualdad social» en un contexto de envejecimiento de la población, pérdida de patrimonio material y cultural, desigualdad de género y discriminación hacia los migrantes. 

La transición económica, subraya el informe, pasa por «reconvertir» un modelo turístico que ha generado «fuertes desequilibrios» en las islas. Una de las propuestas que plantea para llevar a cabo esa transformación implica un cambio de usos en hoteles situados en espacios urbanos, sobre todo en el área de la bahía de Palma, para convertirlos en equipamientos culturales, sanitarios o en viviendas sociales. 

También se apuesta por una «modernización de la planta hotelera» que implicaría una reducción de plazas a cambio de tener habitaciones más grandes y mayor calidad del servicio. 

Los autores del informe también proponen «la demolición de establecimientos turísticos obsoletos» y la «deconstrucción» de edificios que generan un gran impacto ambiental, como los situados en primera línea de costa. 

Jornada 'El futur que volem' en el Estudi General Lu.lià. DM

El documento se extiende en propuestas, que además van acompañadas por un análisis de la oferta hotelera en zonas saturadas de la isla y una estimación de la inversión que sería necesaria para reconvertir determinadas plazas hoteleras de Magaluf en vivienda protegida, entre otros cálculos. 

Terminar con el monocultivo turístico implicaría diversificar la economía y poner el foco sobre otros sectores, especialmente la industria, la construcción y el sector primario. En este sentido, el Fòrum reclama una apuesta decidida por el producto local, darle valor y proyectarlo al mercado internacional. 

'El futur que volem' también pide dar un mayor peso a las empresas y entidades que se dedican a la economía social y solidaria (cooperativas, agroecología y comercio justo, entre otras) y dar un impulso definitivo a la economía circular. Y caminar hacia el horizonte de la soberanía alimentaria, lo que significa que «el sector primario tiene que ser considerado como el motor del cambio» en las islas. En este sentido, los autores reclaman ayudar a los productores locales y frenar la enorme dependencia del archipiélago con el exterior. 

El Fòrum señala asimismo que para completar esa transición económica es necesario que las islas se doten de un mayor financiamiento y tengan una interlocución directa con la Unión Europea. 

Moratoria a los parques fotovoltaicos

También son un elemento central del documento las propuestas para una transición ecológica. Entre otras propuestas, pide apostar por las energías limpias «para alcanzar en 2030 la meta del 50% de la generación eléctrica renovable», establecer una moratoria para los parques fotovoltaicos de más de cuatro hectáreas por su impacto paisajístico y rehabilitar edificios para que sean energéticamente eficientes y reducir los consumos. 

En referencia a la movilidad, el informe pide reducir el volumen de pasajeros que llegan a Balears por vía aérea y marítima, y seguir el ejemplo de Formentera a la hora de limitar el uso del coche en el resto de islas.

La transición social para por hacer accesible la vivienda a toda la población —«es necesario que pase de ser un derecho ficticio a una realidad»— o incorporar al parque de alquiler «las miles de viviendas privadas cerradas» que hay en el archipiélago. 

Asimismo, el documento pide estudiar la implementación de una Renta Básica Universal Incondicional, «una prestación que tendrían que recibir todas las personas independientemente de su situación económica».