El programa para menores infractores ayuda a 175 jóvenes en Mallorca

Las infracciones más comunes que han cometido son robos o casos de acoso escolar

Se impulsa la educación en los valores de convivencia con la participación en talleres y actividades. | CIM

Se impulsa la educación en los valores de convivencia con la participación en talleres y actividades. | CIM / CIM

E.P.

El programa de atención socioeducativa para menores de 14 años infractores (PAMI) del Consell de Mallorca ha atendido a 175 adolescentes y niños desde abril de 2021, cuando arrancó la iniciativa en la isla. Así lo explicó ayer la presidenta del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), Sofía Alonso, quien remarcó que se trata de un programa «pionero» en Mallorca dirigido a menores que han cometido alguna infracción, «pero que por su edad no son imputables por la ley». Además de en Mallorca, el programa se desarrolla en la Comunidad Valenciana, Aragón y Cataluña.

«El proyecto busca prevenir, evaluar, corregir y derivar la situaciones de conflicto social mediante la educación en valores de convivencia» a los menores infractores que no tienen responsabilidad penal, y es también «una forma de detectar situaciones de riesgo y de intervenir donde antes no se hacía», añadió Alonso.

Por su parte, la directora insular de Infancia y Familia, Mari Ángeles Fernández, destacó que el programa trabaja con estos jóvenes en la «responsabilidad de la infracción y en la concienciación de las consecuencias».

En este sentido, el proceso se inicia desde Fiscalía de Menores, que envía información del infractor y, una vez recibido el escrito, se manda una carta informativa a los padres explicando el programa, «que es voluntario aunque se aconseja que participen». Seis de cada diez lo han hecho voluntariamente.

A partir de aquí, se hace un proyecto educativo individualizado con cada uno de los menores, se valora su situación personal y familiar, se analiza el hecho infractor y el tipo de víctima. Para ello, el IMAS cuenta con la colaboración del Grupo de Educadores de Calle y Trabajo con Menores (GREC).

La directora insular explicó que el programa desarrolla tres tipos de respuestas educativas. La primera es una respuesta indirecta, aquella en la que no se logra contactar con la víctima y, para evitar la reincidencia, los jóvenes infractores acuden a talleres de toma de decisiones, convivencia, buen uso de las nuevas tecnologías y el taller de radio ‘Escúchate’.

En estas actividades, coordinadas por los educadores del GREC, se trabaja especialmente la responsabilización del delito cometido. Del total de menores atendidos, el 70% ha participado en los talleres.

La segunda respuesta es la de conciliación con la víctima, que en este caso ha contado con una tasa de participación del 19%. «Lo deseoso es que la mayoría, cuando han cometido una infracción en la que existe un perjudicado, pueda pedir disculpas», manifestó Fernández.

Por último, el PAMI trabaja en la respuesta directa de los menores, para que el adolescente repare directamente el daño que ha causado. «Por ejemplo, si ha hecho una pintada en una comunidad o ha roto un cristal, que ayude a repararlo», apuntó.

De los 175 menores que han participado este año en el programa, 120 son chicos y 55 chicas. La mayoría de ellos tienen 13 años, aunque también hay de 14 y cuatro casos de niños de nueve. En cuanto al tipo de infracción, la mayoría son robos o casos de acoso escolar, aunque también se han dado amenazas y lesiones.

Respecto al nivel escolar de los participantes, la mayoría está entre primero y segundo de la ESO. Por otro lado, el 52% de los jóvenes vive con sus progenitores, mientras que un 25% convive en un núcleo de padres separados.

Además, el 15% de los daños son a empresas privadas y en el 13% de los casos la víctima es mayor de edad, por lo que la mayoría de infracciones suceden «entre iguales», es decir, entre menores.