El cónsul de Rusia en Baleares: «A todos nos afectan las muertes»

Sebastià Roig denuncia el lanzamiento de pintura roja en la entrada de la sede del consulado en Palma y muestra su pesar por la guerra en Ucrania: «Se ha llegado a una situación desastrosa»

Sebastià Roig, cónsul honorario de Rusia en Baleares.

Sebastià Roig, cónsul honorario de Rusia en Baleares. / J.B.

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

El cónsul honorario de Rusia en Baleares, Sebastià Roig, se mostró ayer abatido por la guerra desatada por la invasión de Rusia en Ucrania. «Te tienes que saltar todos los telediarios porque si no es difícil de llevar. Cuando ves toda esta barbaridad de muertes te llevas a plantear muchas cosas», señaló ayer en una comparecencia pública en la sede del consulado en Palma. 

Asimismo, Roig reconoció su decepción con el presidente ruso, Vladímir Putin. «En este momento, sí, me ha decepcionado. Solo he estado una vez con él, y me condecoró por el tema de la ONG Infants del Món. Putin no es tonto, pero se ha llegado a una situación desastrosa», destacó.

El que fuera alcalde de Campos se refirió a una visita que hizo al Kremlin en noviembre de 2018 y en la que Putin le impuso la Medalla al Orden de la Amistad por su trabajo al frente de Infants del Món, que desde la década de los 80 ha gestionado el acogimiento de 1.300 niños rusos en Mallorca. En aquel acto Roig estuvo acompañado por su hijo adoptivo, de origen ruso y campeón paralímpico de vela, Sergi Roig

Tres mil residentes rusos

El cónsul mostró su pesadumbre por la guerra de Ucrania y desveló que poco antes de que se desencadenaran las hostilidades tenía previsto abandonar su cargo. «Hace algo más de dos meses, por motivos de salud y de edad, me planteé dimitir. Pero al cabo de diez días pasó el tema de Ucrania y me lo tuve que replantear. Consideré que si dimitía, con la situación actual sería difícil nombrar a un cónsul nuevo. Y significaba que cerca de los tres mil rusos que viven en Baleares tendrían que trasladarse a Barcelona o a Madrid para cualquier trámite de pasaportes, visados o gestiones penales que hacemos aquí», justificó. 

«Soy un servidor del pueblo ruso en temas administrativos, no por cuestiones políticas. La guerra no me gusta, una guerra es una guerra y a todos nos afectan mucho las imágenes de muertes y refugiados, sea la nación que sea», destacó Roig, al tiempo que denunció un ataque vandálico a la sede del consulado sucedido hace poco tiempo. 

«La semana pasada tiraron un bote de pintura roja en el letrero del consulado que tenemos abajo. Y el viernes lanzaron otro bote que lanzaron en la entrada. Hubo un señor que quería poner un letrero que indicara que el consulado ya no estaba aquí, pero me opuse», señaló Roig. 

En todo caso, indicó que desde el inicio del conflicto apenas ha tenido constancia de problemas sufridos por los residentes rusos en las islas. Roig se ha referido a un episodio de bullyng sufrido por un niño de origen ruso en un colegio de Palma. También ha hablado de un problema surgido en el seno de «una pareja mixta» formada por una persona de Rusia y otra de Ucrania, y de alguna amenaza sufrida por él mismo en redes sociales. 

«Alguna persona por Twitter ha sido bastante insultante, y también personas a las que yo conocía y a las que he dejado de lado», señaló Roig. 

El cónsul honorario -hay seis en todo el Estado y todos ellos se mantienen en sus puestos- señaló que la gran mayoría de los residentes rusos en las islas se reparten entre Mallorca y Eivissa, y muchos de ellos se dedican a la enseñanza de idiomas. Roig destacó que las sanciones impuestas a los grandes bancos rusos por la Unión Europea les impiden hacer transacciones bancarias. En todo caso, no les afectan las restricciones a la hora de viajar a su país porque «no quieren volver a Rusia». 

Restos de pintura roja en la placa del consulado ruso en Palma.

Restos de pintura roja en la placa del consulado ruso en Palma. / J.B.

«Lo del FBI no lo entendí»

En cuanto a la presencia de magnates rusos en la isla, el cónsul honorario citó solo a dos. «Que yo sepa por aquí solo han pasado dos oligarcas rusos: [Gennadios] Petrov y el dueño del yate [Viktor Vekselberg]. Lo del FBI no lo acabé de entender porque tenemos a nuestra propia policía, pero en fin», dijo sobre el registro del Tango la semana pasada por agentes de Estados Unidos

El cónsul lamentó asimismo que la situación deja en el aire la llegada de 40 niños de orfanatos rusos a pasar el verano en Mallorca con familias de acogida. «Todos los medios de comunicación están bloqueados, si quiero hablar con alguien de Moscú lo tengo muy complicado», indicó.