Una clase política ejemplar

Antonio Alastuey González.

Yo, Presidente del Gobierno de España, me comprometo a disponer de los mejores para la mejor tarea existente, el servicio público al conciudadano.

Requisitos de acceso: presentación de currículum vitae y de 3 proyectos desarrollados previamente por los candidatos a político, los recursos humanos, materiales y financieros pilotados y los logros obtenidos. Contrastarlos con los jefes, colaboradores, colegas o proveedores que participaron también en esos proyectos.

Iodeidad: organizar también el posible acceso a petición propia a puestos políticos de los mejores profesionales de empresas u organismos de todo tipo, públicos o privados. Obligación de cesión (excedencia con garantía de posible retorno) por sus empresas y, de modo recíproco, admitir la eventual iniciativa de la A.G.E. de seleccionar-proponer a esos profesionales su paso transitorio por cargos públicos. 

Compromiso personal: limitar en cualquier caso el ejercicio de los cargos públicos de ‘designación (selección) directa’ más allá de 2 legislaturas, salvo casos excepcionales justificados por la dificultad de la tarea, la especialización requerida, el plazo de cumplimiento de objetivos, etc. Con acuerdo de todas las partes. Ah, y se acabaron las puertas giratorias de cualquier tipo, bastan las 2 legislaturas citadas y punto. Los otros puestos ‘parapolíticos’ (empresas públicas u otras) también por meritocracia.

Bien para la política, bien para el compromiso ciudadano (individuos, empresas, administraciones…), bien para toda la sociedad.

Se acabaron los enchufes, los peajes-salidas-compensaciones a título personal y las incompetencias ‘a priori’. Del asalto parásito a las instituciones al salto adelante que estas y el conjunto de la sociedad necesitamos para recuperar la fe en la política y en nuestro futuro como país.

Fdo. en Moncloa a tantos de, por desgracia, nunca jamás.