Biología / Neurociencias

Algunas bacterias podrían potenciar la memoria y el aprendizaje

Se trata de la misma variedad que funciona como la cepa bloqueadora más fuerte contra el dengue

Imagen de Drosophila melanogaster, más conocida como mosca de la fruta.

Imagen de Drosophila melanogaster, más conocida como mosca de la fruta. / Crédito: Fedaro en Wikimedia Commons.

Pablo Javier Piacente

Una nueva investigación sugiere que una bacteria que se encuentra naturalmente en hasta el 70 por ciento de las especies de insectos podría, en algunos casos, mejorar el aprendizaje y la memoria. Los especialistas descubrieron que las moscas de la fruta infectadas con una cepa particular de Wolbachia, un género de bacterias identificadas por primera vez en 1924 en mosquitos, obtuvieron mejores resultados en pruebas de memoria y aprendizaje que los insectos no infectados.

Un grupo de científicos liderado por Meng-Yan Chen, de la Universidad Normal de China Central (CCNU), ha publicado recientemente un nuevo estudio en la revista Animal Behavior en el cual concluyen que la bacteria Wolbachia, concretamente su cepa llamada w MelPop, logra mejorar las capacidades de memoria y aprendizaje de las moscas de la fruta. Los hallazgos podrían tener importantes repercusiones en el campo de las neurociencias.

Esta cepa particular de Wolbachia, un género de bacterias identificadas inicialmente en 1924 en mosquitos, se encuentra naturalmente en hasta el 70 por ciento de las especies de insectos. Además, w MelPop funciona como la cepa bloqueadora más fuerte contra el dengue conocida hasta la fecha: la investigación en este campo, con el propósito de evitar que los mosquitos Aedes aegypti transmitan el dengue y otros virus a los humanos, ha sido de enorme importancia en las políticas de salud pública.

Efectos sorprendentes

Al mismo tiempo, estudios previos habían comprobado que algunas cepas de Wolbachia pueden infectar el sistema nervioso del insecto huésped, incluido el cerebro. Las moscas macho infectadas con Wolbachia son más competitivas que los machos no infectados: la bacteria afecta el sueño de las moscas. Ahora, los científicos chinos han realizado un experimento en el cual compararon las reacciones de dos grupos de moscas de la fruta o Drosophila melanogaster: uno de ellos estaba infectado con w MelPop, mientras que el otro no había recibido influencia de la bacteria.  

Teniendo en cuenta el daño observado en los tejidos cerebrales, el equipo había pensado que MelPop podría afectar negativamente el aprendizaje y la memoria de los insectos huéspedes, incluidas las moscas. Para su sorpresa, observaron por el contrario que la infección por MelPop mejoraba la memoria a corto y largo plazo de Drosophila melanogaster.

Según un artículo publicado en Science Alert, moscas de entre 4 y 35 días de edad fueron expuestas a dos olores, uno de los cuales estaba combinado con una recompensa de azúcar, y se probó su recuerdo de estos olores entre 2 minutos y 24 horas después. Las moscas jóvenes infectadas con w MelPop obtuvieron mejores resultados en ambas pruebas que las moscas no afectadas de la misma edad.

La inteligencia de los insectos

Además, la infección por MelPop también mejoró la memoria en moscas más viejas. Sin embargo, tres cuartas partes de este grupo murieron antes de los 35 días: todo indica que la infección bacteriana presenta efectos limitantes en la vida. Por si esto fuera poco, análisis adicionales revelaron distintos cambios en la expresión genética en los tejidos cerebrales de las moscas, activando o reduciendo determinados genes.

Por último, otros estudios han verificado distintos efectos de la misma bacteria en avispas y otros insectos, indicando que la potenciación de la memoria y el aprendizaje depende de la especie y de la cepa utilizada. Según los científicos, los resultados también sirven para replantear el tipo y nivel de inteligencia que se atribuye a los insectos, e incluso la existencia de alguna clase de consciencia en estas especies.

Referencia

Infection by virulent wMelPop Wolbachia improves learning and memory capacity in Drosophila melanogaster. Meng-Yan Chen et al. Animal Behaviour (2024). DOI:https://doi.org/10.1016/j.anbehav.2024.03.016

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