La Guardia Civil examina una grabación de vídeo y recaba testimonios para reconstruir el crimen de Orlando en Artà

El móvil del brutal asesinato constituye una completa incógnita, ya que la víctima era considerada una persona muy apacible en el municipio

Tramo de la calle Cristòfol Ferrer Pons de Artà, donde fue asesinado Orlando Suntasig

Tramo de la calle Cristòfol Ferrer Pons de Artà, donde fue asesinado Orlando Suntasig / GUILLEM BOSCH

Lorenzo Marina

Lorenzo Marina

Orlando Marcelo Suntasig, albañil ecuatoriano de 35 años, estaba considerada una persona extremadamente cordial y amable en Artà. Por este motivo su brutal asesinato la noche del pasado viernes a puñaladas en una calle sorprendió sobremanera al municipio. Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil tratan de escudriñar el móvil que desató el crimen. Una grabación en vídeo de la calle Cristòfol Ferrer Pons, donde la víctima fue acuchillada, puede arrojar algo de luz sobre cómo se produjo.No obstante los expertos del instituto armado tratan de recabar más testimonios para reconstruir lo ocurrido.

Las personalidades de Orlando y su presunto asesino eran antagónicas. Mientras que el primero era sobradamente conocido en el bar Talaiot de Artà por estar siempre de buen humor con todo el mundo, su presunto asesino, de nacionalidad colombiana, estaba considerada una persona hosca, de pocos amigos. Algo mucho más significativo dado que este último vivía desde hace poco junto a este concurrido establecimiento.

Los investigadores consiguieron averiguar que, momentos antes del crimen, Orlando se dirigió al que posteriormente fue su asesino para recriminarle algo. Los testigos no acertaron a determinar de qué se trataba y no le dieron la menor importancia. La víctima salió del local y se dirigió andando hasta su casa, situada a pocas manzanas de distancia. Sin embargo, el asesino subió a su domicilio a coger un cuchillo de cocina. Esta acción ya ponía de manifiesto sus aviesas intenciones.

Mientras Orlando Marcelo Suntasig caminaba relajado hacia su domicilio, el asesino apretó el paso para tratar de darle alcance mientras portaba el cuchillo de cocina, que había cogido en su vivienda. El encuentro se produjo a la altura del número 2 de la la calle Cristòfol Ferrer Pons de Artà. Precisamente en ese punto había muy poca iluminación.

El asesino abordó a la víctima sorpresivamente y, antes de que esta pudiera reaccionar, comenzó a asestarle cuchilladas. El cuerpo de Orlando presentaba cuatro heridas de arma blanca: dos en la espalda, una en un brazo y otra en el pecho. Esta última fue la que presuntamente le causó la muerte. El albañil ecuatoriano se desplomó mortalmente herido, mientras su presunto asesino se desvanecía en la noche, auxiliado por la ausencia de iluminación en ese punto.

No obstante el crimen no pasó desapercibido. Los testigos avisaron a las asistencias sanitarias del Ib-salut y, con carácter previo, un médico del PAC de Artà acudió a la primera asistencia y a los intentos de reanimación cardiopulmonar. Orlando no pudo remontar la crítica situación y falleció allí mismo.

Ausencia de luz

Por su parte, los investigadores de la Policía Judicial y del Equipo Criminalístico de la Guardia Civil se movilizaron con celeridad. Los primeros tomaron numerosos testimonios en el bar donde se había producido el pequeño altercado, aparentemente sin importancia, aunque derivó luego en un asesinato. Los segundos se centraron en escudriñar la escena del crimen, pese a la ausencia de luz.

Una vez que el sospechoso estaba plenamente identificado, la detención del presunto asesino no se hizo esperar. De hecho estaba en la vivienda situada junto al bar donde se había originado la discusión.

Tras su detención, el presunto asesino no ha hecho la menor intención de prestar declaración ante los investigadores de la Guardia Civil, que llevan el caso. De no mediar un súbito cambio de opinión del detenido, será puesto a disposición judicial en la mañana de este lunes en los Juzgados de Manacor.