La Audiencia Provincial de Palma ha condenado a doce años de prisión a un hombre por violar a sus dos hijastros y dos amigas de estos, cuando estos contaban entre nueve y 14 años de edad. El pederasta, un ciudadano ecuatoriano de 34 años que inicialmente se enfrentaba a una petición de pena de la fiscalía de 37 años de cárcel, ayer confesó los hechos ante la sala. Se declaró culpable de haber agredido sexualmente en numerosas ocasiones a su hijastra, de 13 años, entre 2010 y 2012 en el domicilio familiar, en Palma. Además, también abusó de su hijastro, de nueve, y de otras dos adolescentes amigas de la primera víctima, de 13 y 14 años, respectivamente. A una de estas menores, incluso llegó a forzarla varias veces en los baños de un conocido centro comercial de la ciudad.

Antes de aceptar la condena, el procesado, vestido con un traje blanco y que se encuentra preso, escuchó las palabras de la magistrada presidenta del tribunal de la sección primera: "La fiscalía y las acusaciones han sido extremadamente benevolentes con usted". El ministerio público y los letrados de la acusación modificaron sus conclusiones y efectuaron una gran rebaja en sus peticiones de pena al apreciar la circunstancia atenuante muy cualificada de colaboración con la justicia.

Las partes personadas tuvieron muy en cuenta que el sospechoso, antes de iniciarse el procedimiento, confesó los hechos a los pastores de la comunidad religiosa a la que pertenecía, lo que permitió la investigación del caso y facilitó la acción de la justicia.

Además de los 12 años de cárcel, aceptó dos multas, una indemnización total de 49.000 euros y la prohibición de acercarse a las cuatro víctimas menores de edad por un delito continuado de violación y tres de abuso sexual.

El pederasta, entre 2010 y 2012, aprovechando que se hallaba solo en casa, en Palma, con su hijastra de 13 años, la violó en numerosas ocasiones. El procesado le insistía en que no contara nada o le haría daño a ella o a su familia, infundiéndole miedo. En 2009, también abusó de su hijastro, de nueve años, al que sometió a tocamientos íntimos cuando este dormía en el domicilio familiar.

Por último, el hombre forzó a dos amigas de su hijastra. A una de ellas, de 13 años, la llevó al dormitorio para ver una película alegando que el vídeo del salón no funcionaba. Allí, la manoseó, desnudó y violó. Desde 2010 a 2012, la obligó a mantener sexo completo en varios lugares, en ocasiones en los baños de un centro comercial de Palma.

A la otra perjudicada, de 14 años, el acusado la llevó dentro de una habitación, le quitó el jersey, el sujetador y empezó a tocarle los pechos en 2010. La adolescente, amiga de su hijastra, logró zafarse y huir de la vivienda ubicada en Palma.