"Pido perdón. Soy yo el único culpable de todo porque no podía salir del pozo en el que me había metido al escuchar a Satanás y haberme dejado usar por él. Pero eso ya pasó y nunca jamás volverá a suceder. No merezco ser llamado hijo de Dios". El pederasta condenado ayer por violar y abusar de cuatro menores, entre ellos dos hijastros, en Palma, escribió esta carta a través de las redes sociales a finales de 2012, antes de iniciarse el proceso judicial, en la que se arrepentía de sus actos. En esas fechas, el acusado confesó las agresiones sexuales cometidas a los pastores de la comunidad religiosa a la que pertenecía. En su misiva difundida por Internet, el sospechoso proseguía: "Sé que Dios me ama y ahora le creo y sé que solo Él me levantará, sanará y salvará mi alma, mi mente y mi corazón. Así podré alabar y glorificar su santo nombre con toda libertad". La carta empezaba: "Pido perdón a toda persona que me conoce por haberles mentido dando una falsa imagen de cristiano cuando mi corazón estaba alejado de Dios. Por cuanto he pecado, por cuanto he cometido fornicación, adulterio e idolatría (...) Pido perdón a mi familia, mis pastores y a toda la congregación".