Matija Nastasic, goleador y líder

Matija Nastasic fue, con permiso de Manu Morlanes, el mejor jugador del RCD Mallorca en el partido ante el Alavés. El central serbio, cuya renovación debería sería prioridad para el director de Fútbol Pablo Ortells, marcó el gol del empate, pero su valía en el encuentro de ayer fue mucho más allá. 

Con el físico respetándole este curso, Nastasic es uno de los mejores defensores, sino el mejor, que tiene Javier Aguirre a su disposición. Su llegada fue de rebote, buscando a la desesperada un sustituto para el lesionado Raíllo. Le avalaba su temporada anterior, pero las dudas sobre una posible recaída en lesiones pesaban sobre él. Pero nada más lejos de la realidad. Con la ausencia del cordobés, el futbolista serbio ha asumido a la perfección el papel de líder en defensa del equipo. Y además sumando goles que han ayudado al equipo a lograr cuatro puntos. 

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Con un currículum que nadie puede igualar en la plantilla, no hace un gesto de más y no suele verse envuelto en errores de bulto. Su veteranía, a pesar de contar solo con 30 años, le lleva a cometer faltas que pocas veces son amonestadas y a secar a delanteros que le pueden superar por condiciones físicas. 

Samu Omorodion puede dar buena fe de ello. El joven atacante del Alavés llegaba de dulce al choque frente al Mallorca, acumulando nueve goles en Liga esta temporada. Su velocidad y fuerza suponían un gran reto, pero no para Nastasic, encargado de ser su sombra. Por alto le sujetó, y por bajo le desesperó al no darle ni un centímetro para moverse. 

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Sus aspavientos con la mano daban cuenta de la desesperación que sentía con Nastasic, que lo fue borrando poco a poco del partido hasta ser sustituido en la segunda mitad. Primera misión cumplida, pero le quedaba una mejor aún. 

El tanto de los de Luis García Plaza no hacía justicia a lo que sucedía en el verde de Mendizorroza, en el que los de Aguirre habían sido mejores. Con nada que perder, el equipo se marchó hacia arriba. Nastasic se unió en una jugada que acabaría en su gol en el minuto 87. Un centro de Dani al segundo palo fue rescatado por Muriqi. El balón le cayó al serbio, que la empujó al fondo de la red. 

Su celebración, llena de rabia, dejó claro que el equipo está con él. Se fue hacia el banquillo, siendo abrazado por todos. Nastasic es un líder silencioso que sabe de fútbol. Ahora en el Reale Arena ante la Rea Sociedad le tocará intentar dar una nueva lección.