Fútbol

Nastasic evita una injusticia en el minuto 87

El Mallorca se lleva un punto de Mendizorroza gracias al gol del central serbio, impecable en defensa, en un partido que ha estado cerca de perder y que ha hecho méritos para ganar al Alavés (1-1)

Buen debut como titulares de Radonjic y Nacho Vidal en un equipo en el que Morlanes ha estado magistral

Nastasic celebra el gol con el banquillo del Mallorca.

Nastasic celebra el gol con el banquillo del Mallorca. / rcdmallorca

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

El Mallorca estuvo cerca de perder un partido que debería haber ganado y que acabó empatando ante el Alavés (1-1). Nastasic evitó una injusticia en el minuto ochenta y siete en un partido en el que los bermellones cuajaron una fabulosa primera parte y que en la segunda se vieron por detrás por culpa de un gol de Benavidez que hizo temer lo peor. 

No es un triunfo, pero este punto tiene buen sabor y refuerza de cara a la esperadísima final del martes en la Copa del Rey ante la Real Sociedad. Esa será otra historia, pero al menos de este duelo en Mendizorroza hay detalles que invitan al optimismo para lo que queda de Liga. Hubiera sido increíble que los vitorianos se hubieran llevado la victoria, pero casi se aprovechan de la falta de definición de un equipo que en el área debe decidir mejor.

Lo peor de la primera parte es que el Mallorca no se fue al vestuario por delante en el marcador. Hizo muchas cosas bien, pero le faltó el gol. El plan de Aguirre, dando descanso a Dani y Antonio pensando en el martes, se tradujo en un equipo que tuvo la posesión, con un magistral Morlanes y un Darder que aportó dinamismo, con un Radonjic que ofreció velocidad, atrevimiento y descaro, pero también falta de puntería. 

Fluidez en el juego

Los baleares sabían qué hacer, con el juego fluido que tantas veces se le ha echado de menos. Además, supieron incomodar a los locales, que centraron menos que nunca porque no les dejaban. Un cabezazo de Samu Omorodion y poco más antes de la ocasión más clara del primer acto, aunque en la otra portería. Morlanes envió un sensacional pase al espacio a Radonjic, que le ganó por velocidad la espalda al central y su vaselina con la izquierda fue adivinada por Sivera en una gran intervención. El balcánico podría haber chutado a romperla, pero su gesto técnico tampoco fue malo. 

Poco después fue el cedido por el Torino, que disputó su primer encuentro como titular, el que chutó demasiado flojo para regocijo del meta. El Mallorca estaba siendo superior, pero faltaba definir, casi nada. Otro que estuvo fino fue Nacho Vidal, que dio buenas asistencias como la del minuto veintinueve, aunque Muriqi lo peinó con toda la intención un poco desviado. Y en la siguiente acción fue Gorosabel quien abortó el remate del kosovar, que estaba preparadísimo, tras un buen centro de Darder. 

El Alavés estaba superado y se estrellaba con una zaga muy bien colocada liderada por Nastasic. Un chut lejano de Aqbar, tras un saque de esquina, dejó ver a Rajkovic, pero los vascos no podían imponer su juego. 

La segunda parte pareció otra cosa, con los isleños algo más retrasados porque los de Luis García Plaza dieron un paso hacia adelante. Javi López tiró alto tras regatear a Valjent, todo un aviso de que querían morder. Y Sola lo confirmó. El extremo lanzó un obús de falta muy peligroso que se marchó fuera. 

Aguirre movió el árbol para aportar más frescura con Gio y Larin para sustituir a unos agotados Nacho Vidal y Radonjic, pero el dibujo seguía intacto. Un testarazo flojo de Muriqi fue la culminación de una buena acción colectiva de un Mallorca que parecía activarse en ataque, otra vez. Aqbar impidió el remate en condiciones del propio Muriqi tras una gran combinación entre Morlanes y Larin. 

Desnivelar la balanza

Las fuerzas estaban igualadas y parecía que el duelo iba a caer del lado del que diera el primer golpe y lo triste es que fue para los vitorianos. Luis Rioja lanzó un córner y Benavidez le ganó la partida a Toni Lato y cabeceó para batir a Rajkovic, al que le sobró un paso y perdió la posición. Es su primer gol en la máxima categoría, algo que le suele suceder a los rojillos. Un premio enorme para el que había hecho menos méritos, así es el fútbol. 

Quedaba un cuarto de hora y había que intentar salvar los muebles. Llabrés y Dani entraron y se pasó a una defensa de cuatro. Un remate defectuoso con la derecha de Larin fue una buena oportunidad, pero a solo tres del final se hizo justicia. El propio Dani centro al área, Muriqi cabeceó y el balón suelto lo remató Nastasic con el alma para colarse en la meta tras rebotar en un adversario. Es el segundo tanto del zaguero del curso tras el que anotó frente a Osasuna. Ese 1-1 se celebró como si fuera el tanto del triunfo, pero es que había motivos para la alegría porque podría haber sido peor. Ahora llega el plato fuerte de la temporada, al menos de momento. Anoeta espera. Qué ganas de hacer historia.