Opinión

Minuto 91: Aguirre debe salir con lo mejor que tenga el Mallorca ante el Girona

Javi Llabrés y Abdón aplauden a los aficionados del Mallorca que se desplazaron a Villarreal.

Javi Llabrés y Abdón aplauden a los aficionados del Mallorca que se desplazaron a Villarreal. / LaLiga

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Es una oportunidad única y debe aprovecharla. El Mallorca se ha ganado con creces disfrutar de la ilusión que supone jugar por meterse en las semifinales de la Copa del Rey. Es un terreno por el que el club ya ha transitado con éxito a lo largo de sus casi 108 años de vida, pero que muchos jóvenes aficionados solo conocen por lo que le han contado sus mayores o por lo que explican los libros de historia. Son Moix debe ser una fiesta este miércoles para que haya todos los ingredientes posibles para plantar cara a un Girona que asusta. Pero los que juegan son los futbolistas y Javier Aguirre está obligado a poner a lo mejor que tenga. Y aquí quizá no todo el mundo está de acuerdo.

Es un buen debate.

Los que fulminaron al Boiro, Valle de Egüés, Burgos y Tenerife para alcanzar estos cuartos de final son muchos de los que en la Liga no son protagonistas. Los de Van der Heyden, Llabrés, Amath, Copete, David López y compañía han dado la talla en el torneo del KO, por mucho que haya sido frente a adversarios de inferior categoría. Sin embargo, la ocasión que se le presenta a los bermellones, jugando en casa, invita a dejar los sentimentalismos a un lado y a no pensar más allá de este encuentro. El del Betis del sábado también es importante, pero en la Liga hay margen de error y lo de la Copa es una final. Solo Aguirre, que las ha visto de todos los colores, tiene la respuesta, sobre todo porque es el que tiene que gestionar el vestuario ante un partido en el que todos quieren jugar.

El sueño de Muriqi y Dani.

Lo han dicho más de una vez y ahora están a tres partidos de disputar una final. Los deseos del gallego y del kosovar, que han repetido en múltiples entrevistas que soñaban con ganar un título con los bermellones parecían lejanos, pero la realidad es que si tumban al Girona no será tan descabellado. Qué ganas de que llegue el duelo. El mallorquinismo se merece otra gran alegría.

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