La primera vuelta del RCD Mallorca: De menos a más

La primera vuelta de LaLiga llegó a su fin para el RCD Mallorca tras la derrota en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid (1-0). Los bermellones, que arrancarán la segunda el próximo sábado día 13 ante el Celta (16:15 horas) ocupan la decimocuarta posición con 18 puntos, muchos menos de los esperados al inicio del curso, y a tres del descenso, la gran pelea en la que está inmerso junto a siete equipos más. Sin embargo, su último mes de competición llama al optimismo tras la mejoría en el juego y la vuelta a la solidez defensiva.

Ha sido una primera vuelta decepcionante en términos generales de los bermellones, ya que solo tres victorias es un balance muy pobre tras 19 partidos. Sin embargo, mediante empates y el bajísimo rendimiento de equipos como Almería (5 puntos), Granada (11) o Celta (16) y Cádiz (15), se ha mantenido siempre fuera de las posiciones de descenso, el gran objetivo un año más del club. 

El gol, la gran cuenta pendiente

La falta de gol (17 tantos) y la pérdida de la seguridad defensiva tras la lesión de Raíllo han sido los dos lastres del equipo en esta primera mitad del campeonato. El fichaje de Larin, que venía a paliar la dependencia de Muriqi –lesionado desde el 12 de noviembre–, se ha traducido en un solo un gol en Liga. 

Son Moix, que pudo degustar al fin en diciembre un triunfo de su equipo, solo ha visto caer a los suyos en una ocasión (frente al Villarreal en la jornada 2), aunque se ha hartado de ver empates (6). En cuanto al juego del equipo, al igual que Larin, la incorporación de Darder venía a paliar la marcha de Kang In Lee y Galarreta, aunque por ahora el nivel del artanenc está muy lejos del esperado. De hecho, ahora mismo es suplente por detrás de un Morlanes que parecía casi desahuciado.

Tres goles en contra desde el regreso de Raíllo

La lesión de Raíllo en la jornada 2 supuso un mazazo para el grupo dirigido por Aguirre. Además de su liderazgo entre la plantilla, el equipo perdió durante muchas jornadas a su baluarte en defensa. En su ausencia, los bermellones no encontraron la fórmula para repetir la solidez demostrada todo el curso anterior. Fueron diez partidos (entre la jornada 2 y 12) en los que el conjunto mallorquinista encajó 14 goles por los 3 desde su vuelta. Un cambio radical que empezó a poner de nuevo en valor el trabajo defensivo del Mallorca. 

Las diez jornadas seguidas sin ganar desde el triunfo en Balaídos hasta derrotar al Sevilla en casa pusieron en duda al propio Aguirre al frente del equipo. Sin embargo, la imagen del equipo ha dado un vuelco casi completo en el último mes. 

Más atrevidos en ataque

Los partidos casi soporíferos han dado paso a un Mallorca más atrevido con la pelota, que vive más tiempo en campo rival y que ha demostrado estar más capacitado para hacer algo más que defender. Especialmente en el partido ante Osasuna, en el que puso punto y final al año, el equipo mostró su mejor versión, siendo dominador de las dos áreas. Este miércoles, ante el Real Madrid, mereció mucho más de lo que finalmente obtuvo. 

La segunda vuelta siempre depara sorpresas por las urgencias de los equipos, pero el Mallorca la afronta en su mejor momento de la temporada. 

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