Este empate del Real Mallorca es un bajón, por Sebastià Adrover

Vaya bajonazo. Este empate, que sabe a derrota, alimenta la frustración en la que vive el mallorquinismo desde hace tiempo. Es rotundamente cierto que desde el desastre de Girona el equipo va a más, pero también lo es que el balance de una victoria en once partidos es difícil de defender.

Y la pelota está en el tejado de Javier Aguirre, que sigue mostrándose incapaz de sacar el jugo a una plantilla que está rindiendo a años luz de las expectativas generadas en verano. Igual que el curso pasado sacó el petróleo de lo que tenía, ahora parece justo lo contrario. Eso sí, no tiene culpa de que los jugadores tengan la pólvora mojada.

Oda al aburrimiento, empate a nada del Mallorca