Fútbol

Oda al aburrimiento, empate a nada del Mallorca

El equipo de Aguirre ofrece otro ejercicio de impotencia, iguala sin goles ante el Getafe y sigue sin ganar en Son Moix

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Castigo al aficionado. Esto es lo que ha sido el duelo que han disputado el Mallorca y el Getafe en Son Moix, que ha cumplido el guion previsto a rajatabla. Mucho juego aéreo, excesivas faltas, haciendo honor al triste liderazgo de ambos equipos en este apartado en las grandes ligas europeas -172 y 183, respectivamente-, y muy poco que ver en un espectáculo impropio de Primera División, la considerada por Tebas la mejor Liga del mundo. Después de lo de esta tarde, seguramente cambiará de opinión.

Lo cierto es que dos meses después de iniciado el campeonato, el Mallorca sigue sin dar una alegría a sus aficionados y solo suma una victoria en once partidos. Unos números que harían tambalear a cualquier entrenador, pero parece que no a Aguirre, que sigue firme en su puesto y confiando en que llegarán tiempos mejores.

El encuentro ha sido una oda al aburrimiento. Qué maravilla puede llegar a ser este deporte, pero al mismo tiempo un suplicio si los contendientes tienen poco o nada que ofrecer. Ambos equipos, a imagen y semejanza de sus entrenadores, Aguirre y Bordalás, tienen una similar idea futbolística. Y la principal, que el balón llegue con los menores rodeos posibles a los pies de Muriqi y Latasa, los dos delanteros de referencia y con un físico imponente ambos. El técnico del Mallorca ha vuelto a la defensa de cuatro, con Valjent y Nastasic de centrales y Gio y Jaume Costa en los laterales. Pero su sistema, aparentemente más ofensivo, tenía trampa porque jugó con un doble pivote, Mascarell y Samú, para contrarrestar el del Getafe, formado por Djené y Maksimovic. Así, el terreno de juego era un campo de minas. Como en una partida de ajedrez, el duelo de centrocampistas acabó en tablas, como el resultado, un empate sin goles que no podía ser de otra manera cuando dos equipos están más preocupados en no encajar que en marcar. Por eso no sorprende que los dos llegaran a este partido sin conocer la victoria en las últimas cinco jornadas. El Mallorca sigue sin ganar a un equipo entrenado por Bordalás, una auténtica bestia negra para los isleños.

La jugada polémica se produjo en el minuto 63 por unas manos de Maksimovic, pero el árbitro ni el VAR intervinieron

Nada ha pasado en la primera parte. Ninguna intervención de mérito de Rajkovic y David Soria, espectadores de excepción de un espectáculo lamentable. Había que confiar, y es mucho confiar, en que el partido mejorara en la segunda parte. Lo que se vio de entrada es un mayor control del balón del Getafe, que ante la inoperancia del rival, se atrevió a dar un paso adelante, pero afortunadamente sin peligro. El que la tuvo fue Abdón a los diez minutos, pero su remate fue muy centrado a las manos de Soria.

  La jugada polémica del partido ha llegado a los veinte minutos de esta segunda parte cuando Maksimovic ha tocado el balón con el brazo en un lanzamiento de falta de Dani. Ni el árbitro ni el VAR intervinieron. Penaltis menos claros se han pitado.

Aguirre ha puesto más pólvora delante, con la entrada de Amath y Larin para intentar que algo cambiara.  Y  a los cuatro minutos de entrar, el canadiense ha disfrutado de la mejor ocasión del Mallorca y del partido, en un remate que ha sido respondido por Soria con una gran intervención, evitando la derrota de su equipo.  Poco después ha sido Amath el que la ha tenido, pero su remate se ha ido desviado por poco. Los locales buscaron más la portería rival, pero falta algo más, en realidad mucho más para llevarse los partidos. Lo cierto es que por un motivo o por otro, el Mallorca no gana a nadie y las alarmas se encienden en un equipo fabricado para luchar por objetivos ambiciosos. Salvo sorpresa y giro radical, no será este año.