Lletra menuda: El cambio está en el uso y concepto

Ajuntament d'Inca

Ajuntament d'Inca

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Aún disponiendo de un gran potencial de estos espacios, Inca no ha sido agraciada con sus plazas. Basta recordar el proceso y evolución de un lugar tan vital para la ciudad como la plaza Mallorca para constatarlo. Ahora el Ayuntamiento emprende la reforma de la del Bestiar que es algo más que una plaza de Inca, porque en ella confluyen muchos encuentros foráneos con mirada puesta no solo en el Dijous Bó o Lluc.

El alcalde ha dicho que se persigue «potenciar el espacio como lugar de encuentro y socialización». El concepto es fundamental, en él está el cambio real que, de llevarse a término con la intención expresada, permitirá a los niños descubrir refugio de juegos y a las gentes mayores amparo de encuentro y sosiego. La definición que se quiere impregnar en las plazas también es importante en estos tiempos, cuando muchas de ellas están privatizándose de facto con terrazas invasivas de los bares que se vuelven incompatibles con otros usos naturales de las plazas. Los ayuntamientos parecen desatender este fenómeno, quizás deslumbrados por el potencial recaudador de los bares y la alegría temporal de los ciclistas con buena capacidad de consumo.

El mismo hecho de que la reforma de la plaza del Bestiar de Inca fuera uno de los más votados en los presupuestos participativos de 2022 viene a confirmar que la gente tiene ganas de plaza, de volver a ellas, no solo para disfrutarla en un compartimento estanco, sea la mesa de bar o la pista de petanca, según el lugar, sino para hacerlo en su integridad plena. No olvidemos que resulta prácticamente imposible ensamblar bien un pueblo o ciudad sin calles que confluyen en plazas consecuentes con la realidad del lugar. También con su identidad urbana y social.

Suscríbete para seguir leyendo