Grandes ‘possessions’ de la Serra de Tramuntana están en el mercado inmobiliario

La possessió de Muntanya, en Escorca, una de las fincas que están en el mercado.

La possessió de Muntanya, en Escorca, una de las fincas que están en el mercado. / Idealista

Joan Frau

Joan Frau

Las casas de Escorca, a la venta por 6,5 millones de euros, son sólo una de las grandes possessions de la Serra de Tramuntana que están en el mercado inmobiliario. Otras grandes fincas, algunas de ellas con mucha historia sobre sus espaldas, también están a la espera de un posible cambio de propietarios si son capaces de pagar unas cantidades astronómicas que se miden por millones de euros. Una de ellas es la finca de Muntanya, que está en venta por 8,5 millones de euros con la ventaja de que dispone de una licencia para alquiler vacacional en una casa de 1.100 metros cuadrados ubicada en una parcela de 2,75 millones de metros cuadrados. La finca perteneció a un matrimonio belga que murió hace cinco años en la casa por la mala combustión de una estufa de leña.

Imagen de las casas de Son Llobera, en Escorca.

Imagen de las casas de Son Llobera, en Escorca. / Idealista

Otra emblemática finca que también ha colocado el cartel de ‘se vende’ es la possessió de Son Llobera, por seis millones de euros. De 1.772 metros construidos y una parcela de 570.000 metros cuadrados, la finca había pertenecido a Jaume Domènech Coll, fundador de la fábrica de galletas Quely

La finca de Femenia Nou también figura en los portales inmobiliarios por un precio de 4,8 millones de euros. Tiene mil metros construidos y está ubicada en un paraje extraordinario.

La 'possessió' de Femenia Nou.

La 'possessió' de Femenia Nou. / Idealista

Se trata de emblemáticas casas que atesoran un pasado de esplendor, pero que actualmente suponen una carga para los herederos.  En este sentido, el alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, explica que tras producirse un «cambio generacional» en la propiedad de estas grandes fincas, en muchos casos los hijos las colocan en el mercado inmobiliario ante la imposibilidad de dividirlas o pagar al resto de herederos para hacerse con la titularidad. «Estas propiedades son un pozo sin fondo de dinero para su mantenimiento, ya que suelen ser casas grandiosas», concluye el alcalde.