Una inmobiliaria incluye un oratorio del siglo XIII como parte de las casas de Escorca, a la venta por 6,5 millones de euros

El antiguo oratorio de Sant Pere de Escorca ha salido a la venta junto al resto de la finca, casas y restaurante incluidos, de la 'possessió' de Escorca, en el municipio del mismo nombre, en el corazón de la Serra de Tramuntana. Un conocido portal inmobiliario promociona todo el conjunto, en una parcela de 2,3 millones de metros cuadrados, por 6,5 millones de euros y destaca, en el texto explicativo de la propiedad, que se trata de una "gran posesión con restaurante independiente" que también tiene "una de las iglesias más antiguas de la isla". Y es que la iglesia de Sant Pere d'Escorca es la que mejor se conserva en la isla como antigua iglesia de 'repoblament' y fue construida a raíz de la bula del Papa Inocencio IV de 1248 que estableció la creación de 28 parroquias en la Part Forana, una de las cuales en la alquería de Escorca.

No obstante, a pesar de que el portal inmobiliario incluye una foto de la iglesia entre las numerosas imágenes de la finca, se trata de un error. El antiguo oratorio es propiedad del obispado de Mallorca, que ya ha iniciado gestiones para tratar que el portal elimine la referencia a la pequeña iglesia de Sant Pere, que no forma parte del paquete inmobiliario que se ha lanzado al mercado. El resto de la finca sí está en venta. Incluye las casas de Escorca, con 1.743 metros cuadrados construidos, doce habitaciones, 6 baños, terraza, trastero y jardín, además del restaurante ubicado junto a la carretera entre Lluc y Sóller que no volvió a abrir después del cierre obligatorio con motivo de la pandemia sanitaria.

El alcalde de Escorca, Antoni Solivellas (PP), corrobora que la ‘possessió’ que da nombre al municipio de la Serra «está en venta desde hace varios años», al igual que otras grandes fincas de la Tramuntana entre las que, entre otras, figuran las ‘possessions’ de Son Llobera, Femenia Nou o Muntanya. Se trata de emblemáticas casas que atesoran un pasado de esplendor, pero que actualmente suponen una carga para los herederos. 

En este sentido, Solivellas explica que tras producirse un «cambio generacional» en la propiedad de estas grandes fincas, en muchos casos los hijos las colocan en el mercado inmobiliario ante la imposibilidad de dividirlas o pagar al resto de herederos para hacerse con la titularidad. «Estas propiedades son un pozo sin fondo de dinero para su mantenimiento, ya que suelen ser casas grandiosas», concluye el alcalde.