Pollença denuncia una oleada de pintadas vandálicas sobre elementos patrimoniales

La estatua de Joan Mas o la Font del Gall de la Plaça de l’Almoina son algunos de los monumentos históricos afectados 

Joan Frau

Joan Frau

El municipio de Pollença sufre en las últimas semanas una oleada de pintadas vandálicas que afectan al patrimonio histórico de la localidad. Si la pasada semana se descubrió que unos desconocidos habían pintado monigotes sobre algunas rocas de la playa de Cala Bóquer, desde hace unos días los grafitis de mal gusto se vienen realizando en una serie de elementos urbanos del centro de Pollença, principalmente en los jardines de Joan March, ubicados frente al Claustre de Sant Domingo

Uno de los monumentos afectados es la estatua dedicada a Joan Mas, cuya base de piedra ha aparecido con una pintada de color negro, y también han resultado dañadas las piernas de la figura que representa al héroe local. Además, los autores se han cebado con la Torre de ca la Gran Cristiana o Torre Desbrull, también ubicada en los jardines. Otro elemento histórico de renombre que ha resultado dañado por estos nuevos episodios de vandalismo es la conocida Font del Gall de la Plaça de l’Almoina. Las pintadas tienen diferentes medidas y colores y afectan tanto a elementos escultóricos como arquitectónicos localizados en distintos puntos del municipio y, además, no parecen obra de los mismos autores. 

El ayuntamiento de Pollença ha «condenado firmemente» estos hechos a través de las redes sociales porque «no sólo suponen una agresión directa contra los elementos patrimoniales, sino que también afectan negativamente a la ciudadanía y al municipio, ya que propagan una imagen degradada y desagradable del entorno urbano», subrayan desde el departamento de Cultura del consistorio ‘pollencí’.

En este sentido, el regidor de Patrimonio del equipo de gobierno municipal, Miquel Àngel Sureda, asegura que de momento se desconoce totalmente la autoría de los actos vandálicos, que se habrían realizado de forma escalonada. De hecho, la pintada que afecta a la Font del Gall ya fue detectada el pasado noviembre. 

La institución municipal ya ha contactado con una empresa especializada que, una vez pasadas las fiestas de Sant Sebastià, iniciará la tarea de borrado de los grafitis vandálicos. 

Coste de 3.000 euros

El contrato tendrá un coste de unos 3.000 euros para las arcas municipales. «No es lo mismo una pintada sobre una pared que sobre un elemento patrimonial, cuyo borrado debe ser hecho por una empresa especializada para que quede bien», apunta Sureda.

El Consistorio ha encargado a la empresa contratada que aplique un producto especial sobre la escultura de Joan Mas para facilitar las tareas de borrado si vuelven a producirse pintadas una vez eliminadas las actuales. En las redes sociales, el Ayuntamiento asegura que ya se están llevando a cabo «diferentes acciones» para eliminar las pintadas a través de la contratación de la citada empresa especializada con el objetivo de "garantizar la integridad de los monumentos afectados».

Además, recuerda que la colaboración ciudadana y el civismo son «claves» para erradicar estas «conductas vandálicas y agresiones que ponen el riesgo la riqueza patrimonial de Pollença» y que el «alto coste económico que implican los trabajos profesionales de restauración son asumidos por toda la ciudadanía».

Hace dos años, unos jóvenes fueron obligados a pagar la limpieza de unas pintadas que habían perpetrado en el muro exterior de la iglesia. Fueron identificados a raíz de una investigación desarrollada por el policía tutor del municipio.