Los pueblos del Pla se enfrentan a cortes de suministro de agua si la sequía se agrava

Las restricciones se aplicarán en caso de que las reservas de los municipios estén per debajo del 30% de capacidad

Imagen del casco urbano de Sineu, uno de los municipios más necesitados de agua potable de calidad.

Imagen del casco urbano de Sineu, uno de los municipios más necesitados de agua potable de calidad. / J. Frau

Joan Frau

Joan Frau

Los pueblos del Pla de Mallorca podrían sufrir cortes de suministro de agua durante determinadas horas del día si la situación de sequía alcanza una fase crítica, según se plasma en el Plan de Emergencia en situación de Sequía aprobado por la Mancomunitat del Pla el mes pasado junto al Plan de Gestión Sostenible del Agua, dos documentos que la institución supramunicipal considera claves para gestionar el ciclo del agua en los próximos años en los pueblos del centro de la isla, en los que históricamente ha habido problemas de suministro y de calidad del líquido elemento.

El citado plan de emergencia se concibe como una «herramienta de vigilancia permanente» con el objetivo de adoptar medidas de forma anticipada antes de que la falta de agua sea una realidad y prever las actuaciones necesarias ante las situaciones de sequía. El documento contempla diferentes escenarios en función de la gravedad de la sequía que van desde la normalidad hasta la emergencia. Este último nivel es el que incluye las mayores restricciones de suministro. 

En este caso, se podría cortar el agua corriente a diferentes sectores con el fin de reducir el consumo de la red hasta los niveles adecuados. Esta acción operativa sólo se activará en caso de que se decrete la situación de sequía en fase de emergencia, aunque también podría ser solicitada por Abaqua. «También se podría aplicar si, por cualquier otro tipo de emergencia, las reservas de los depósitos de los municipios se encontrasen por debajo del 30% de su capacidad y sin previsión de una recuperación inminente», afirma el plan de gestión, consciente de que la aplicación de la medida «comporta graves consecuencias para los usuarios», incluidos los considerados críticos, por lo que se habilitará un dispositivo para asegurar que la población de riesgo disponga de reservas de agua necesarias. En este caso, se debería suministrar líquido en camiones cisterna.

En el «caso hipotético» de tener que aplicar la medida extrema de cortar el suministro de agua, el plan establece un margen mínimo de ocho horas al día para «restablecer las presiones nominales que hay en situación de normalidad» con el objetivo de que los abonados puedan obtener reservas de agua para sus necesidades cotidianas.

Antes de llegar a esta situación, la Mancomunitat del Pla describe una serie de medidas preventivas, preparatorias, de seguimiento, administrativas, organizativas, operacionales y de comunicación para «conseguir una respuesta óptima a la complejidad de la gestión de un episodio de sequía». 

En lo que se refiere a las medidas operacionales, se contemplan una serie de limitaciones que afectarán al riego municipal y particular de parques, jardines y zonas verdes; fuentes ornamentales y otros elementos de usos estéticos del agua; limpieza de calles y fachadas; llenado de piscinas municipales y privadas; limpieza de vehículos; viviendas aisladas con pozo propio; establecimientos turísticos; sector hotelero y servicios municipales; y usuarios domésticos. 

En función del nivel de sequía, se permitirá o se restringirá el uso del agua en las citadas situaciones. Por ejemplo, en el caso del llenado de piscinas, en situación de prealerta se recomendará «limitar esta práctica al mínimo indispensable», pero se prohibirá «sin excepciones» en caso de emergencia.

Más de medio millón de euros en camiones cisterna

La falta de agua de calidad en los municipios del Pla ha implicado que se haya tenido que contratar el uso de camiones cisterna durante los últimos años para satisfacer la demanda de agua de los pueblos que, o bien por falta de cantidad o de calidad, no han podido hacerlo. En total, desde el año 2015, la Mancomunitat del Pla ha invertido casi 520.000 euros en este concepto, siendo 2016, con un total de 212.000 euros, el año en el que más se ha tenido que invertir en el transporte de agua potable. Por contra, un año después, en 2017, sólo se gastaron 2.000 euros en camiones cisterna.

Estos sobrecostes «han supuesto un fuerte impacto económico» a la Mancomunitat, con el agravante de que «no ha sido suficiente para resolver la problemática, que todavía persiste», lamenta la institución, que admite que no puede asumir estos costes.

Cinco municipios no pueden consumir agua de la red por exceso de nitratos

La situación del agua potable en cinco pueblos de la comarca del Pla es dramática, ya que no pueden consumirla para beber ni para cocinar por exceso de nitratos. Según la documentación que consta en el plan de gestión de la sequía elaborado por la Mancomunitat del Pla, en los municipios de Ariany, Costitx, Lloret de Vistalegre, Sineu y Vilafranca de Bonany la calidad del agua no es apta para el consumo. 

Además, en otros municipios donde el líquido se ha etiquetado como apto, se producen algunos incumplimientos como en el caso de Montuïri, donde el agua de la red presenta altos niveles de cloruros y sodio y se ha detectado la presencia puntual de contaminación microbiológica en la captación. En Algaida-Pina, uno de los dos pozos está contaminado por nitratos, pero el agua resultante es apta porque se mezcla el líquido de los dos acuíferos disponibles. En Maria de la Salut, el Pou de Roqueta supera los niveles máximos de nitratos, pero el 75% del agua que consume la población proviene de la red general de Abaqua que también se distribuirá próximamente a Ariany y Petra, mientras que los proyectos para canalizarla a Sineu y a otros pueblos del Pla todavía están en fase muy inicial.

En este sentido, las dos primeras fases del proyecto de interconexión de la red en alta deberán formar parte del Plan Hidrológico 2022-2027. Se prevé la construcción de un depósito regulador de 6.000 metros cúbicos en Sineu y las conexiones hidráulicas necesarias para transportar el agua desde este depósito hasta los pueblos de Sineu y Montuïri, en la primera fase, y Lloret y Costitx, en la segunda.

La Mancomunitat considera que con estas actuaciones « se resolverán las problemáticas de calidad y cantidad existentes en algunos ámbitos de la red de abastecimiento». No obstante, la administración no ha fijado plazos de tiempo para que estos costosos proyectos tan necesarios sean una realidad.

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