Dijous Bo 2023: Inca abre su gigantesco escaparate a cielo abierto

El Dijous Bo 2023 ha iniciado este miércoles su andadura de forma oficial a las 17,30 horas con el tradicional corte de la cinta cuatribarrada por parte de los miembros de la corporación municipal en la Plaça del Bestiar, punto neurálgico de la feria por ser el centro de las muestras de animales, una de las razones de ser de la llamada Fira de fires en su intento de conectar las tradiciones ancestrales de la ‘foravila’ mallorquina con los tiempos actuales. 

Los Revetllers des Puig d’Inca y los ‘xeremiers’ han aportado la nota folklórica al acto inaugural, presidido por el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, y todos los cargos municipales. «Ya desde esta mañana, con la climatología que nos está respetando y esperemos que también lo haga mañana, el eje central de la feria ya estaba abierto, y lo que la gente nos manifiesta es que hay muchas ganas de feria, a pesar de que sea cada año, porque es una demostración de nuestra idiosincrasia», ha explicado el regidor socialista, que también ha destacado la recuperación de muestras como la de la maquinaria agrícola que se habían interrumpido en los últimos años. 

El president del Consell, Llorenç Galmés, también presente en el acto, ha invitado a todos los mallorquines que «aman» esta feria a visitar Inca este jueves.

Un año más, la capital del Raiguer se ha transformado para convertirse, como dice el tópico, en la capital de Mallorca por un día. Un largo jueves en el que, si el tiempo acompaña, recibirá a miles de visitantes llegados de toda la isla con ganas de pasear a lo largo de los ocho kilómetros lineales de expositores, deleitarse con las numerosas exposiciones de diferente temática que ofrece el programa ferial o disfrutar de la gastronomía local, ya sea en uno de los numerosos chiringuitos callejeros que cada año abundan más o en uno de los ‘cellers’ históricos de la ciudad. El Dijous Bo es esto.

El mercat pagès, eje central de la feria, volverá a ser una de las zonas más transitadas por los visitantes, que tampoco se perderán las muestras de animales de la Plaça del Bestiar, escenario también de demostraciones hípicas y del tradicional concurso morfológico del Porc Negre, que este año alcanza su edición número 30 y confirma que es una de las citas más importantes del año para la ganadería isleña. No en vano, el cartel del Dijous Bo este año homenajea al cerdo autóctono.

La movilidad es una de las cuestiones más importantes en un acontecimiento social de este calibre. Los visitantes tienen la oportunidad de llegar a Inca en tren, que siempre es la mejor opción porque la estación marca el inicio del recinto ferial. No obstante, los ciudadanos que se decidan por desplazarse en coche tendrán a su disposición diversos aparcamientos disuasorios habilitados por el Ayuntamiento. Habrá hasta 44 puntos de estacionamiento con capacidad para 1.500 plazas. Como novedad, este año podrá aparcarse en dos solares con más de 250 plazas ubicados al final de la Avinguda dels Reis Catòlics y en la Avinguda General Luque. 

En cuanto a la seguridad ciudadana, el dispositivo se compone de más de 200 efectivos entre Policía Local, Guardia Civil, seguridad privada, ambulancias y emergencias. «La previsión de gente es muy grande entre los dos días», ha señalado Moreno.

La jornada del miércoles, conocida popularmente como el Dimecres Bo o, en su versión más purista, la ‘revetlla’ del Dijous Bo, ya ha marcado la tendencia de lo que se avecina con el jueves. Y es que, como es habitual, la mayor parte del mercado payés y del resto de expositores de la gran feria ya estaban instalados por la tarde, por lo que miles de ‘inquers’ e ‘inqueres’ han aprovechado cuando el sol ya se había puesto para recorrer todo el recinto de forma más cómoda, sin las aglomeraciones propias del jueves. 

Por la mañana, como es habitual, los alumnos y alumnas de los centros escolares de la ciudad han visitado las muestras de animales que ya estaban operativas en la Plaça del Bestiar.

Animación nocturna

Y a medida que se acerca la noche, la feria deja de lado momentáneamente su vertiente más comercial y tradicional para mostrar su lado más canalla y fiestero. El Dijous Bo se transforma en un inmenso tardeo que se prolonga hasta altas horas de la madrugada. A primera hora de la tarde cientos de jóvenes y no tan jóvenes han empezado a llenar las barras que los locales de ocio ubicados en el entorno del Mercat Cobert habían instalado en el exterior. La música de los DJ’s ha calentado el ambiente.   

En principio, los bares tienen autorización para servir y poner música hasta las cinco de la madrugada, hora límite en la que empieza el operativo para dejar las calles a punto para recibir a la multitud con motivo del día grande del Dijous Bo.