Entrevista | Jaume Mascaró Consejero ejecutivo de Melchor Mascaró S.A.

Jaume Mascaró: "Tenemos en plantilla a unos 800 trabajadores y facturamos entre 80 y 90 millones anuales"

"En todas las canteras pasamos controles constantes y tenemos un plan de rehabilitación"

Jaume Mascaró, consejero ejecutivo de Melchor Mascaró S.A.

Jaume Mascaró, consejero ejecutivo de Melchor Mascaró S.A. / S. Sansó

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

¿Qué funciones tiene el complejo de canteras entre el cementerio y la ermita de Manacor?

En realidad el conjunto se llama gravera de Sa Torre y está dividido en tres hoyos. El del cementerio, de donde ya no se extrae materia prima sino que se utiliza como una planta de hormigón, donde se lleva piedra del segundo hoyo que hay delante para hacer la grava, y de la cantera del Puig den Mora, que es la más visible y la que actualmente produce más.

¿Cuál es el proceso en planta para conseguir el hormigón?

La piedra se va triturando a base de molinos y va pasando por purgadores que la separan por tamaños. Para hacer hormigón los trozos deben tener un espesor determinado. Es una mezcla de grava, cementos y aditivos. De ahí salen los camiones con la mezcla hecha hacia las obras.

¿Entiende que la gente que ve el Puig den Mora se quede sorprendida por el impacto de ‘comerse’ una montaña?

La imagen del Puig den Mora es algo espectacular, tiene razón. Los dos primeros años se fue excavando la parte de abajo, pero ahora ya no nos ha quedado más remedio que subir. De forma que las máquinas son muy visibles y se ve lo que estás haciendo en cada momento.

¿Les queda para mucho tiempo?

Ahora nos quedan unos 15 años autorizados, que dependiendo del plan de explotación y labores pueden ser algunos más. Al final es como los contenedores de basura, todo el mundo quiere tenerlos cerca pero nadie delante de su casa. Queremos materia prima para hacernos la casa pero no los perjuicios.

¿No se hubiera podido explotar otra zona menos significativa?

Por aquí no hay muchas alternativas, es imposible encontrar una nueva cantera de la que extraer material en Manacor.

¿Al final quedará rehabilitado de alguna manera?

Cada cantera tiene un plan de rehabilitación para cuando termina su vida útil. Para evitar el impacto visual, así como vayamos bajando se instalarán pantallas vegetales. Quedan unos dos años más para llegar al frente y entonces será el momento. Se irán haciendo terrazas escalonadas con árboles, como ya ocurrió en la antigua cantera de Génova. Empezaremos por la parte de abajo con pinos y matas. Taparlo a nivel de suelo. Con el tiempo se verá más raso y no llamará tanto la atención.

¿Siguiendo una normativa determinada?

Antes todas las canteras estaban de forma alegal. Con la nueva Ley de Minas todo el mundo se ha puesto al día y cada vez hay más vigilancia con drones, controles de polvo con diferentes medidores, camiones con agua para evitar que se levante, sobre todo en verano, etc.

¿Qué se extrae exactamente del Puig den Mora y en qué cantidad?

Se extrae piedra caliza de buena calidad, para hacer grava para hormigón, tapar tuberías, como base para realizar caminos o carreteras, etc. Se extraen entre 1.000 y 1.500 toneladas de material cada día.

Por cierto, ¿que hay junto al hoyo del cementerio? ¿Es una cantera ya rellenada?

Sí, al lado está el antiguo Clot den Violí, que ahora sirve para guardar tierra o piedra de excavaciones para repicar.

¿Cómo afectaron los meses de confinamiento al ritmo de la empresa?

La pandemia no nos afectó tanto como la crisis de 2008, cuando pasamos de no dar abasto a seis meses de no saber qué hacer, de un momento a otro. Teníamos la mitad de trabajo repartido en obra pública y el otro en la privada. El cliente privado se detuvo por completo y el público duró hasta que los bancos fueron cerrando el grifo.

¿Tuvieron que explorar nuevos mercados incluso en el extranjero, ¿no?

El problema es que duró mucho, 10 años que se hicieron muy largos. La facturación iba por debajo y los gastos nos comían. Estuvimos a punto de ir a Argelia o a Libia, pero la primavera árabe trastocó los planes y no fue posible. Allí donde sí hicimos obra fue en Túnez, donde construimos un puente de 300 metros. Una curiosidad es que los dos tramos que conectaban con tierra no pudieron expropiarse por problemas administrativos del estado. Ahora existe un puente inservible. Y después tuvimos trabajo en Uruguay, en una megafactoría de celulosa donde trabajaban 4.000 personas.

¿Melchor Mascaró trabaja también en la península?

No tenemos delegación en la península pero sí una en Eivissa, que probablemente cerraremos en breve porque es una isla complicada. Tenemos una docena de personas de forma permanente. El problema viene cuando debemos desplazarlos en verano. Es una locura encontrar vivienda, por ejemplo.

¿Cuánta gente trabaja en la empresa?

Actualmente tenemos en plantilla unos 800 trabajadores, la mitad trabajando en servicios de jardinería, basuras o limpieza viaria y mantenimiento de depuradoras. Y la otra trabajando en obra.

¿Cuál es la facturación actual?

Facturamos entre 80 y 90 millones de euros anuales.

¿De qué obras públicas se sienten más orgullosos y cuáles están haciendo ahora?

Hicimos parte de la obra de Son Espases o el Palma Arena, y ahora estamos con la modificación del campo de fútbol de Son Moix para el RCD Mallorca, donde todavía nos queda el fondo sur. Hace 8 o 9 meses que hemos empezado la reforma del paseo marítimo de Palma y rehabilitamos la carretera Manacor-Felanitx. Además de muchas reformas de hoteles en invierno.

¿Les dan mucha prisa?

Nuestro trabajo es una locura, es tan difícil conseguir una licencia que después el cliente quiere ir más rápido de lo normal. Los plazos ahora son más cortos.

¿Alguna vez se han planteado irse de Manacor?

Antes de construir esta sede nos lo planteamos una temporada. Era cuando estábamos justo frente al hipódromo. Aunque el ayuntamiento de Manacor siempre nos decía que no habría problema con las normas urbanísticas y que allí había habido una fábrica de bloques, finalmente no nos dejaron desarrollar nada. Fue entonces cuando pensamos si era más conveniente salir de Manacor. Pero somos de aquí, somos conscientes de ello.

¿El aumento de coste de los materiales ya está controlado?

La gente que especula con las materias primas ha sido un verdadero problema. Hace unos años, por ejemplo, el hierro triplicó su precio y aunque ahora ha vuelto a descender, se ha consolidado entre un 10 y un 15% más caro. Lo que más preocupa es la falta de mano de obra calificada, aunque creo que es un problema de todos los sectores.

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