El parque solar flotante de Artà generará el 14% del consumo anual del pueblo

El proyecto, promovido por el Instituto Balear de la Energía, constará de 9.240 paneles que se instalarán en la superficie de una balsa de riego agrícola 

Fotomontaje del parque fotovoltaico flotante de Artà.

Fotomontaje del parque fotovoltaico flotante de Artà. / IBE

Joan Frau

Joan Frau

El Govern ha iniciado la tramitación para la habilitación de un parque fotovoltaico flotante en una balsa de riego del municipio de Artà que anualmente producirá unos 4,6 millones de kwh, equivalentes al 14% del consumo total del municipio de Artà durante el pasado año 2019, según se recoge en el estudio de impacto ambiental del proyecto, actualmente en exposición pública. Se trata de uno de los catorce proyectos anunciados a finales del pasado año por los anteriores responsables políticos de la conselleria de Transición Energética, ahora denominada conselleria de Empresa, Ocupación y Energía. Este departamento ha anunciado la apertura del trámite de información pública del proyecto de parque fotovoltaico Bassa de Artà, promovido por el Instituto Balear de la Energía, que ocupará una superficie de 27.790 metros cuadrados en la superficie de una balsa de riego y constará de 9.240 paneles solares. La balsa está situada en una parcela de titularidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en el paraje conocido como Es Recó. La parcela, calificada como suelo rústico general, dispone de una superficie total de 88.483 metros cuadrados. 

Los parques solares flotantes son instalaciones fotovoltaicas emplazadas sobre el agua con posibilidad de diferentes configuraciones. La tradicional estructura metálica de anclaje se sustituye por pontones o flotadores donde se instalan los paneles anclándose la plataforma mediante tirantes flexibles. 

El informe ambiental concluye que el proyecto «produce un impacto global compatible y en su conjunto es viable con la consideración de las medidas preventivas y correctoras y compensatorias activadas». Destaca que no se produce consumo de territorio porque se utiliza la lámina de agua de una balsa de riego existente, lo que implica que «no se ocupe nuevo espacio agrícola» y además «tiene beneficios tanto para la misma instalación como para el agua de la balsa, es decir, para los regantes de la comunidad», ya que se amortiguan los cambios de temperatura y se evapora menos agua.