Entrevista

Habla una experta en Harry Potter, Naroa Cerdán: «No hay edad ni sexo para coleccionar a Harry Potter»

La coleccionista admite que le gusta mucho investigar para "encontrar cosas exclusivas, difíciles"

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés / Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Naroa Cerdán Galmés (Manacor, 1989) pasea por el comedor de su casa en Sant Llorenç. En un lateral medio escondido pero bien iluminado hay varias vitrinas llenas. Un santuario de figuras, piezas, recuerdos, escobas o bolas de nieve. Todo con un hilo conductor: Harry Potter y su universo fantástico. Cerca, un sillón cómodo de lectura y la última adquisición, una figura a tamaño real de Dobby, uno de los personajes más queridos de la saga creada por J.K. Rowling en 1997, hace más de 25 años.

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés / Sebastià Sansó

¿En qué momento se da cuenta de que Harry Potter la ha atrapado?

Yo no sabía que existía Harry Potter hasta que vi la primera película. Recuerdo que estaba en primero de ESO y tenía once años, exactamente la misma edad de Harry por aquel entonces. Después mi madre me regaló el segundo libro de la saga. ¡Y ya tuve que leerlos todos! Crecí con el personaje. Cuando se estrenó la última película yo ya tenía 20 años.

¿El coleccionismo fue inevitable?

No tenía ni idea de que existía todo esto. Empecé en 2019 de forma seria, por así decirlo. La cosa surgió en una exposición sobre el personaje en Madrid. Allí compré las tres primeras varitas, el mapa del merodeador, la capa de invisibilidad y la capa de Gryffindor. Aquí ya empecé a soñar con una colección, pero en aquellos momentos vivía con mi pareja en un estudio de 30 metros cuadrados... no había espacio físico para montar nada. Poco después nos mudamos a un piso más grande en Sant Llorenç y ya fue otra cosa.

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés / Sebastià Sansó

¿Un espacio grande es mejor para la convivencia y ‘peor’ para el coleccionismo?

Y además llegó el Covid. ¡La pandemia fue muy buena para ampliar la colección! Y ahora en el campo y con más espacio, imagínese...

¿Qué piezas son sus preferidas?

Lo que más me gusta son las antigüedades relacionadas con el universo Harry Potter. Merchandising incluso anterior a las películas. En el Reino Unido ya había juguetes, figuras, pequeñas esculturas u objetos creados a partir del éxito de los libros, por lo que hay personajes y lugares que no se parecen a los de después. Tengo figuras de 1999 o del año 2000 del castillo de Hogwarts y cajas de música con una banda sonora que no es la típica que todos conocen después por las películas. Hay coleccionistas o fans que incluso creen que son piezas falsas.

¿Se siente comprendida?

No mucho [risas]. Todos me tratan de loca o piensan que juego con las piezas como si fuera una niña pequeña. En 2022 creé mi perfil de Instagram. De hecho, no tengo ningún familiar o gente cercana a quien le guste de verdad Harry Potter. Eso sí, mi pareja también es una friki... pero de la tecnología, así que de alguna manera nos parecemos. Tenemos un trato, al menos una vez al año tenemos que organizar un maratón para ver todas las películas seguidas. Lo necesito. En cuanto a la colección tengo que dar muchas explicaciones sí... no entienden que una mujer de 34 años coleccione este tipo de objetos. No sé, piensan que me dedico a jugar con todo esto.

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés

Habla una coleccionista de Harry Potter, Naroa Cerdán Galmés / Sebastià Sansó

¿Le gusta mostrar su colección por redes?

Sí, sobre todo porque me da la posibilidad de ver otras… y para que alaben la mía [sonríe].

¿Cuál es su método de búsqueda?

Me gusta mucho investigar para encontrar cosas exclusivas, difíciles. La marca The Nobel Collection, hace réplicas exactas de muchas sagas, no solo de Harry Potter. Algunas ya están descatalogadas, piezas que fácilmente pueden tener ya 25 años pero que aún funcionan o que incluso están dentro de sus cajas originales.

¿Las saca de sus envoltorios?

Algunas no, otras sí porque me gusta tocarlas. Eso sí, guardo todas las cajas dentro de otras y estas dentro de un armario. Así si luego quisiera venderlas, que no lo creo, no perderían valor.

¿Por què cree que Harry Potter no pasa de moda?

Es algo que no tiene final. Los más pequeños todavía se disfrazan... ¡y eso que el primer libro es de 1997! ¿Quién no se enamoraría de niños de once años que van a la escuela para aprender magia?. ¡Y les pasaba a niños normales y corrientes!.

¿Es cosa más de mujeres?

La mayoría lo son, pero no siempre. Conozco a un hombre de los Estados Unidos que además tiene 72 años y es un gran coleccionista. No hay edad ni sexo para esto. Cada uno debe procurar ser feliz con lo que hace.

¿Supongo que debe ser fácil saber qué regalarle?

¡En teoría debería ser una ventaja! De hecho, tengo una lista de deseos, pero por alguna razón en mi familia no entienden que quiera cosas que no sean ‘útiles’, que no sirvan para algo.

¿Qué siente al recibir una pieza de colección?

Me invade un sentimiento de emoción y alegría impresionante. Después de tiempo de espera, he de reconocer que son minutos de intensa alegría. Después también me emociona publicarlo y me encanta que me digan que es precioso.

¿Alguna vez se ha arrepentido de empezar? ¿Cuál es su pieza más cara?

No, pero reconozco que es algo muy peligroso. Si lo tiene previsto no lo haga. Implica invertir mucho dinero... no he calculado exactamente cuánto, pero mejor no hacerlo [risas]. Y aunque esto tampoco nos ha privado de poder ir de viaje por ejemplo, sí que cuando un mes ya nos hemos pasado del presupuesto, sí que decimos: pues no vamos al cine o este sábado no salimos a cenar. Se debe mantener la calma y saber guardar... porque de repente sale una pieza buena, una oportunidad y tampoco hay tiempo de pensárselo mucho. Después está la adrenalina de las pujas. A veces es mejor ni mirarlo, sí no buscas y no encuentras. La figura de Dobby es la última y la más cara que tengo. Es una cuestión de sensatez, de poder pagar el alquiler.

¿Ha tenido la posibilidad de conocer a Rowling o algún actor de la saga?

Lamentablemente aún no… ¡Pero no pierdo la esperanza!

¿Su colección se considera grande dentro de los estándares coleccionistas?

Esta es una colección mediana, hay gente que incluso transforma toda su casa para ambientarla con un escenario... hay auténticas locuras. Hay una chica, también en los Estados Unidos, que tiene la casa entera decorada, sus tres plantas.

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