Calvià

Un velero varado en Son Maties provoca inquietud vecinal sobre cuándo se retirará

Residentes de la zona no quieren que se dilaten los plazos para quitar la embarcación de una zona donde ya quedó embarrancado durante meses un yate de 22 metros de eslora hace un par de años

El velero embarrancado en la orilla de la playa de Son Maties, en Palmanova.

El velero embarrancado en la orilla de la playa de Son Maties, en Palmanova. / Juan Luis Iglesias

Juan Luis Iglesias

Los dos últimos temporales, en fines de semana consecutivos, se han cebado especialmente con la costa de Calvià, causando caídas de árboles que han dejado algún herido, cancelación de fiestas populares y, sobre todo, daños a embarcaciones amarradas en las bahías.

Precisamente, después del temporal del pasado fin de semana, un velero de unos 11 metros de eslora aparece embarrancado en la orilla de la playa de Son Maties, en Palmanova, donde se ha convertido en una atracción para bañistas y paseantes, que inmortalizan la estampa con sus móviles.

Más allá de la anécdota de la atracción que siempre ejercen estas imágenes para captar fotos, vecinos del lugar confían en que la embarcación se retire en un tiempo prudencial y no suceda lo mismo que pasó con un yate de gran eslora que quedó varado en este mismo arenal, en la primavera del año 2019.

El yate concita el interés de los bañistas. | JUAN LUIS IGLESIAS

El yate concita el interés de los bañistas. | JUAN LUIS IGLESIAS / i.moure/j.l.iglesias. palmanova

80.000 euros

En aquella ocasión, el ayuntamiento de Calvià tuvo que dedicar cerca de 80.000 euros de su presupuesto de 2020 a asumir la retirada del yate de 22 metros de eslora. En la embarcación, se pintaron grafitis y fue objeto de saqueos. Llegó un momento en que su impacto visual y su estado de deterioro era tal que provocó multitud de quejas vecinales.

En estos casos, como en otro que ocurrió recientemente en un arenal anexo a Puerto Portals, el problema reside en quién se hace cargo de la retirada si el propietario no asume esa operación.

En el ejemplo mencionado del yate de 22 metros de eslora, la administración municipal se vio obligada a asumir el proyecto de retirada del yate ante la pasividad del dueño. En todo caso, posteriormente, el Consistorio le reclamó ese dinero. El desguace del barco no fue una operación sencilla.

Tras una primera fase consistente en la inspección de la estructura, se procedió a retirar todos los materiales peligrosos. Luego, se extrajeron elementos del mobiliario y electrodomésticos.

Y, finalmente, se produjo el desmantelamiento de la estructura, que quedó dividida en varias partes para facilitar su traslado.

Los residentes de la zona confían en que los plazos para quitar el yate embarrancado este fin de semana no se dilaten demasiado, para no dañar la imagen de este punto del litoral.

Hecho habitual

Se da la circunstancia de que en el entorno de la playa de Son Maties suelen amarrar numerosas embarcaciones durante todo el año, por lo que es relativamente habitual que, en jornadas de fuertes temporales, algunas acaben a la deriva.

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