El reposo del interés empresarial

Los payeses acostumbran a poner elementos reflectantes y deslumbrantes junto a determinados cultivos para espantar a los pájaros y evitar así que las aves se coman frutos y hortalizas antes de su recolección. El traslado de esta práctica a las intenciones no confirmadas que tiene una empresa, con Endesa como principal accionista, debería sobrar para entender que un parque fotovoltaico junto a s’Albufera es un gran espantapájaros que desbarata reposo y migraciones en el gran humedal de Mallorca. Pero a la promotora le ampara la legalidad y el Govern se ha visto obligado a desproteger Can Balança para que Endesa pueda anidar sin obstáculos y con el tipo de huevos que considere conveniente para incubar polluelos de explotación empresarial.

Obtiene una sentencia plenamente favorable a sus intereses y aún así no aclara intenciones y reclama tiempo de análisis para unos fundamentos jurídicos que conducen al fallo de otorgarle la razón y dejar en papel encharcado el informe desfavorable de la comisión de Medio Ambiente que desaconsejaba el plante de placas fotovoltaicas en Can Balança.

Con todo ello damos por hecho que los intereses delegados por Endesa podrán reposar en el lugar y que las aves toparan con un nuevo elemento extraño y no precisamente turístico. El pretexto ecologista tampoco es válido en este caso porque bajo este epígrafe no puede ampararse todo elemento de protección acumulable en un mismo lugar. Lo que ocurre a la vera de s’Albufera es un reflejo más de la inexistencia de un plan coordinado y consecuente de instalaciones fotovoltaicos en el conjunto de Mallorca. La disfunción continuará mientras perdure la estrategia actual de sálvese quien pueda.

El Govern excluye de s’Albufera una finca donde Endesa proyecta un parque solar

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