Lletra Menuda | Las lesiones de un mal comienzo

Huelga en las ‘escoletes’ municipales de Marratxí para que la plantilla pueda cobrar las nóminas sin retrasos

Huelga en las ‘escoletes’ municipales de Marratxí para que la plantilla pueda cobrar las nóminas sin retrasos / Miquel Bosch

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Se apagan las luces de la Navidad y se demuestra, una vez más, que los Reyes Magos no tienen la facultad ni la obligación de solucionarlo todo. Los profesores y padres de las escoletes municipales de Marratxí tampoco podrán quemar los males de origen ajeno que les aquejan en las alegres brasas de Sant Antoni porque la zambomba que debería acompasarlos está resquebrajada y reseca a causa de una mala gestión y una concesión errática que buscó desviar funciones municipales en empresas y modos discutibles. El funcionamiento de una escoleta va mucho más allá de la carga económica, pero sin salario a tiempo tampoco se puede trabajar. De ahí la actual huelga al unísono que agrupa a progenitores y profesionales.

Los educadores llevan una década padeciendo retrasos «legales» en sus nóminas y el Ayuntamiento empieza a actuar cuando ve que la concesionaria, que ya está en concurso de acreedores, depende también de los embargos que le han librado Hacienda y la Seguridad Social. Tampoco parece tener mucho sentido el otorgar la explotación de una escoleta a quien se ha hecho cargo de las obras, así, sin más, porque la construcción tiene poco que ver con la delicada tutela infantil en la antesala de la enseñanza reglada. Ahora se están pagando las consecuencias de unos males de origen que se han vuelto endémicos por inacción con repercusiones que afectan a la conciliación familiar, a la coordinación educativa y a la dignidad y estabilidad laboral.

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