„¿Sigue en plena actividad?

„Desde el punto de vista social he desaparecido un poco. A nivel personal, como compositor, aunque esta palabra no me gusta porque me viene grande, sigo trabajando como nunca porque antes no tenía tanto tiempo.

„Un músico nunca se jubila...

„Supongo que es muy difícil. Un caso paradigmático es el de Cavero, que con 80 y pico de años dirigía un coro. Otros no...

„¿Cuántas obras ha compuesto?

„No lo sé...depende de lo que se considere una obra. En este momento, la memoria es un handicap de mi edad, pero un centenar de obras sí he compuesto. Son obras pensadas para corales determinadas, como vestidos hechos a medida.

„Tengo entendido que está a punto de estrenar nuevas obras.

„El día 26, el Orfeó Mayurqa estrena en Bellver el Salmo 42, con piano y barítono solista, y el 9 de junio, en Sant Felip Neri, el grupo Acadèmia 1830, un conjunto nuevo de gran nivel, canta el Salmo 45, con soprano, baritono, piano y clarinete, además del coro.

„Usted es compositor, maestro y director de coral, entre otras facetas. ¿Con cuál se encuentra más cómodo?

„Todas me vienen bien. La que más trabajo lleva es la de componer, por aquello del folio en blanco, pero lo que me ha gustado mucho es la docencia. Todavía doy clases cada sábado a gente voluntaria que quiere introducirse en el mundo coral. A nivel diocesano, he impartido un curso de introducción a la lectura musical en el Seminario. Me ha sorprendido mucho la aceptación conseguida.

„Ya que habla del folio en blanco...¿le han acompañado siempre las musas?

„Si el texto dice algo, es fácil componer la música. Cuando tienes un encargo para escribir, por ejemplo, un villancico, a veces buscas textos que no acaban de convencer... La función de la música vocal es la de resaltar el texto. Si éste es bueno, ya lleva la música incluida.

„¿Cree en la inspiración o bien todo se basa en la experiencia?

„Creo que las vivencias musicales que tuve de pequeño, y antes sólo había música en las iglesias, ejercieron de semilla que después ha germinado. Por lo que he visto como docente musical, es verdad aquello de que todos tenemos un poco de músicos. Toda persona sería capaz de crear melodías. Otra cosa es hacer orquestaciones, poner voces o armonizar, que son cuestiones más técnicas. Si hay un maestro creativo, los alumnos también intentan crear.

„Usted ha vivido la evolución del canto coral en Mallorca. ¿Cómo definiría la situación?

„Está a años luz de lo que era en los años 50. Antes no había corales como las actuales, aunque sí entusiasmo, como ahora. Las corales más elitistas, por decirlo de algún modo, están luchando por ser siempre más perfectos, y si no es a base de entusiasmo esto no se consigue. Antes para escuchar el Mesías de Händel o el Carmina Burana tenía que venir algún coro de la península. Hoy no hace falta. Hay coros que se atreven con dignidad con las grandes obras.

„¿Mallorca valora la música?

„Salvando algunas excepciones, como Sant Josep Obrer, que puede ser un buen vivero musical para la isla, creo que la juventud no se interesa por el canto coral.

„¿La enseñanza musical que se ofrece hoy es suficiente en los primeros ciclos educativos?

„Aquí hay mucho por hacer. Hace unos quince años se instauró la especialidad de maestro de educación musical, pero ahora se ha eliminado. Trabajé con mucha ilusión para crear esta especialidad, junto al doctor Bernat Sureda, pero o no lo hemos sabido hacer bien o bien en la escuela no han encontrado el ambiente necesario para que su trabajo fructificase. Por otra parte, creo que han pasado maestros sin una verdadera vocación. No veo que las escuelas tengan un coro, y un maestro de música debería atribuirse la obligación de tener un coro en el centro, y no para cantar sólo el día de final de curso. En una escuela de 300 alumnos, seguro que habrá veinte que quieran cantar. Los niños aprenden lo que les enseñamos, y en las escuelas deberían contrarrestar el alud de música frívola que nos rodea.

„¿Se refiere a las músicas que van con las modas?

„No soy contrario a ningún género. Evidentemente, un joven no debe bailar un vals de Chopin, pero debería afinarse la sensibilidad. Yo puedo enseñar ritmo con un rock and roll o con una sinfonía de Mozart porque los elementos musicales son los mismos, pero veo que falta un grado de sensibilidad que acerque a la gente a la gran música, la que nos transporta al límite. Beethoven decía que la música llega donde no llega la filosofía. Y esto, con todos los respetos, no lo hace el rock, que es más adecuado para la protesta o el entusiasmo, pero no conduce a la experiencia íntima como puede hacerlo el concierto para clarinete de Mozart.

„Pero hay música rock que puede despertar emociones...¿le gustan los Beatles?

„Sí, pero no encontraremos ningún acorde de los Beatles que no hayan empleado antes los clásicos. A mí hay pasodobles o determinadas canciones de otros géneros que me entusiasman. Por ejemplo, ahora están a punto de salir de imprenta tres canciones de Guillem d´Efak que he adaptado para coro y piano.

„¿Qué habría que hacer para que la enseñanza musical fuese atractiva para los niños?

„Los sistemas que se utilizan son atractivos, pero tres cuartos a la semana, el viernes a última hora, no sirve para nada. No hay que pretender que en la escuela de primaria o los institutos se enseñe solfeo, pero sí estaría bien sensibilizar a los alumnos para que, al menos, sepan qué es una sonata, un concierto o una sinfonía. Me refiero a una educación para la música, a enseñar a disfrutarla.

„¿Se puede ser un gran músico sin saber nada de solfeo?

„H habido grandes músicos sin conocimientos de solfeo, principalmente en el mundo del jazz. Un analfabeto en cuestiones musicales técnicas puede disfrutar más de la música que algunos buenos instrumentistas.

„¿Todos tenemos sentido musical?

„Leí que el porcentaje de gente que no tiene sentido musical es de uno de cada mil. Una anécdota que he repetido muchas veces se basa en Zoltan Kodály, gran compositor y pedagogo húngaro, que dijo en una conferencia que la educación musical debería empezar nueve meses antes del nacimiento del niño, y añadió que, después de pensárselo mejor, en realidad la educación musical debería empezar nueve meses antes de nacer la madre. La práctica también es muy importante. Si un joven no ha cantado nunca a los 18 años, ya no cantará nunca.

„Pero a la hora de cantar, no todos tienen una buena voz...

„Es cierto, pero la voz se educa. Hay corales con gente que ha estudiado canto, y otras no. En principio, todo el mundo sirve para cantar en una coral.

„Ha dirigido a los Blavets de Lluc ocho años. ¿Mantienen la calidad?

„Fue una experiencia muy enriquecedora. Era la única coral de la isla que ensayaba los siete días de la semana. Ahora ha sido un poco contraproducente el hecho de que los niños desconecten al menos un día para estar más con la familia, pero tal vez si no hubiese concesiones de este tipo la coral desaparecería. Se sacrifica un poco la calidad musical en beneficio de la pervivencia de este monumento que es la Escolania.