La Guardia: «Hemos venido a tocar y lo haremos pase lo que pase»

David Otero y La Guardia encendieron a un público fiel que soportó el fuerte chaparrón

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

Y Cort se convirtió en la resistencia. Mientras en las demás plazas la Revetla iba parándose -e incluso cancelándose como en el caso de la plaza del Olivar- por problemas técnicos derivados de la fuerte lluvia que azotó Ciutat, en la plaza de Cort no cesó la música y continúo la fiesta, pasada por agua eso sí.  

Entre el humo de las torradoras que todavía aguantaban alrededor de las nueve de la noche y ante la fachada del Ayuntamiento, Bruno Sotos entonó los primeros compases de la noche mientras el público todavía se refugiaba en los portales y bajo las cornisas más cercanas, a excepción aquellos -que no fueron pocos- incondicionales fans de Sotos, quienes acompañaron al cantautor mallorquín que deslumbró al jurado de Got Talent allá por el año 2015. 

Su actuación sirvió para abrir el apetito festivo de los allí presentes, quienes una vez pasadas las diez de la noche ya habían terminado de llenar sus estómagos (a cubierto, por supuesto) y estaban preparados para la fiesta. En aquel momento, el aguacero ya se había convertido en el gran protagonista. Fue un ex miembro del grupo El Canto del Loco quien se encargó de tratar de animar todavía más el ambiente. 

David Otero se subió al escenario ante una plaza llena y de paraguas de gente y entonó sus mejores éxitos, secundados por una decena de fieles seguidores que le acompañaron en primera fila y bajo la lluvia durante toda su actuación. Cumplió con todas las expectativas, e incluso llegó a entonar varias míticas canciones del famosísimo grupo español como Volverá o Besos. 

Una vez llegó la medianoche, prácticamente solo quedaban los más valientes frente al escenario, completamente empapados. Sabían lo que estaba por venir; era el turno de La Guardia. 

La banda granadina incendió Cort con sus clásicos y llevó al éxtasis a muchos rockeros que deslumbraban con su mirada al poder disfrutar de uno de los grupos que marcó a toda una generación en la década de los 90. Demostraron, al igual que Otero, que los clásicos nunca fallan. Sin importar cuánto llueva. 

Sin suerte

Los únicos que se quedaron sin actuar fueron el grupo, también mallorquín, Cabot. Las condiciones climatológicas provocaron que la organización decidiese finalmente cancelar su actuación, que debía haberse producido a las 1:45 horas de la madrugada. Así pues, fue La Guardia el encargado de cerrar el espectáculo.