Abre el polémico chiringuito de la playa del Peñón después de dos meses y medio cerrado

Denegada la solicitud de la concesionaria de instalar una tarima de 30 metros cuadrados con toldo para sillas y mesas

El Govern ha solicitado un informe para conocer cuál es su situación

El chiringuito abrió el jueves.

El chiringuito abrió el jueves. / AAVV Coll d'en Rabssa.

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

El polémico chiringuito de la playa del Peñón ha abierto dos meses y medio después de que la concesionaria lo instalara. La caseta abrió al público el jueves por la tarde, algo que ha causado extrañeza entre los vecinos porque el verano encara su recta final.

La instalación está bajo la lupa de la asociación de vecinos del Coll d'en Rabassa, que la ve incompatible con una playa pequeña y familiar. El Govern balear, a través de la conselleria del Mar, ha solicitado un informe a la Demarcación de Costas para conocer con exactitud cuál es la situación del chiringuito. 

Carlos Simarro, director general dela conselleria de Costas y Litoral del Govern, ha confirmado que este departamento ha pedido un informe a Costas «para conocer exactamente la situación en la que se encuentra, ya que el chiringuito cuenta con autorización para su apertura, pues cumple con la normativa». 

Asimismo, Simarro ha destacado que, «además del quiosco, la empresa había solicitado una tarima con toldo de 30 metros cuadrados para sillas, mesas y taburetes, pero ninguno de estos elementos han sido autorizados». 

"No son aguas sucias"

En cuanto a las tuberías y depósitos soterrados y conectados al chiringuito que han sido denunciados por la asociación de vecinos del Coll d’en Rabassa, «lo que sabe la conselleria es que no son de aguas sucias, son de entrada de aguas limpias y electricidad», ha subrayado el director general.

La concesionaria instaló el pasado 13 de junio dos módulos prefabricados en una esquina de esta playa situada entre Ciutat Jardí y Cala Gamba. La Demarcación de Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y órgano competente en la materia, dio luz verde a su instalación.

Los vecinos consideran que el quiosco es «una instalación móvil, y como tal no puede tener instalaciones soterradas». E insisten en que se prohíba porque «su verdadero objetivo es organizar por la noche fiestas multitudinarias de botellón sobre la playa, creando un nuevo punto de conflicto social y de convivencia en nuestro barrio y en la ciudad».

Joan Forteza, presidente de la asociación del Coll d’en Rabassa, ha lamentado que la instalación ha abierto con una chimenea «que suelta mucho humo».

El chiringuito, de veinte metros cuadrados y un baño anexo de cinco metros cuadrados, fue autorizado entre 2019 y 2022. En 2018 la Policía Local lo cerró al detectarse deficiencias y tras las reiteradas denuncias de los vecinos. Aseguraban que el local había abierto sin licencia de actividad e incumpliendo la Ley de Costas.