Denuncian la aparición de depósitos y tuberías conectadas con el chiringuito de la playa de El Peñón

Los vecinos del Coll d’en Rabassa advierten del riesgo de contaminación por la aparición de «un conducto de aguas sucias» hacia el mar

Piden al Govern y al Ayuntamiento de Palma la apertura de un expediente "para esclarecer si las nuevas instalaciones cuentan con todos los permisos"

Dos tuberías soterradas conectadas al chiringuito. | AAVV COLL D’EN RABASSA

Dos tuberías soterradas conectadas al chiringuito. | AAVV COLL D’EN RABASSA / jaume bauzà. palma

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

La asociación de vecinos del Coll d’en Rabassa ha denunciado la instalación ayer de «dos depósitos soterrados en la arena de la playa de El Peñón conectados con varias tuberías con el chiringuito». Esta entidad también ha detectado «diversas conexiones eléctricas y una tubería de salida de aguas sucias directamente a la playa mediante un conducto de unos 15 centímetros de diámetro».

El presidente de los vecinos del Coll d’en Rabassa, Joan Forteza, informó ayer de que han trasladado una denuncia al Govern balear y al Ayuntamiento de Palma en la que exigen «la apertura de un expediente disciplinario para esclarecer si el chiringuito y las instalaciones anexas ahora detectadas cuentan con todos los permisos, especialmente la licencia de actividad e instalaciones, acompañadas de un informe de impacto ambiental».

Cables saliendo del chiringuito.

Cables saliendo del chiringuito. / AA. VV. Coll d'en Rabassa.

La entidad vecinal considera que el depósito y las tuberías enterradas «pueden provocar contaminación tanto en la arena como en el agua del mar, poniendo en peligro las condiciones higiénicas del conjunto de la playa y la salud de las personas, además de la fauna y flora marina de toda la zona».

"Fiestas multitudinarias"

Los vecinos consideran que el chiringuito es «una instalación móvil, y como tal no puede tener instalaciones soterradas». E insisten en que se prohíba porque «su verdadero objetivo es organizar por la noche fiestas multitudinarias de botellón sobre la playa, creando un nuevo punto de conflicto social y de convivencia en nuestro barrio y en la ciudad».

El polémico chiringuito fue instalado el pasado 17 de junio y más de dos meses después no ha llegado a abrir. Los vecinos reclaman a las administraciones su retirada al considerarlo incompatible con una playa pequeña y familiar.