José Ferragut busca su espacio en Palma

La directora de la UNED en Balears lidera una campaña para bautizar con el nombre del arquitecto una plazoleta junto a la que fue su casa y estudio

El Ayuntamiento ha rechazado la solicitud

Piden que el espacio José Ferragut se ubique entre las calles Estudi General y Sant Roc.

Piden que el espacio José Ferragut se ubique entre las calles Estudi General y Sant Roc. / B. Ramon

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

La directora de la UNED en Balears, Judit Vega, encabeza una campaña para dedicar un espacio del centro histórico de Palma al arquitecto José Ferragut, fallecido en 1968. La propuesta, respaldada por familiares, colaboradores y admiradores del palmesano, se ha topado de momento con el rechazo del Ayuntamiento.

Los promotores de esta iniciativa proponen bautizar con el nombre del arquitecto al ángulo que forman la que era la vivienda y estudio de Ferragut en la calle Estudi General con la casa que fue de sus abuelos y de su madre, en la calle Sant Roc. Se trata de una pequeña plazoleta que no tiene nombre y que, subraya Vega, no implicaría cambiar la toponimia de ninguna calle.

La campaña arrancó a finales del año pasado, pero hasta el momento el Consistorio ha rechazado la propuesta. El pasado 21 de junio la Comisión de Toponimia de Cort justificó su negativa con el argumento de que este tipo de solicitudes deben referirse a calles, plazas, parques o paseos, no a espacios. Asimismo, señalaba que bautizar como Espai José Ferragut a un lugar del centro histórico supondría ir contra el criterio de la propia comisión y de la Universitat de les Illes Balears porque «incorporaría un topónimo no tradicional».

Compromiso de Hila

«Está claro que el Ayuntamiento no ha entendido nuestra propuesta porque nosotros no hemos pedido cambiar el nombre de una calle, somos conscientes de la dificultad que eso entrañaría. Solo reclamamos un espacio, que además está frente a la vivienda en la que vivió y trabajó, y en la que se podría poner una placa con el consentimiento de su familia», señala la directora de la UNED en Balears.

La campaña impulsada por Vega envió decenas de firmas al entonces alcalde de Palma, José Hila, para respaldar la solicitud. De hecho, el pasado febrero el propio Hila se comprometió a dedicar un espacio al arquitecto en la ciudad con motivo de una exposición de su obra en el Castell de Bellver.

«Queremos un acto de justicia para un arquitecto que realizó más de dos mil proyectos, muchos de ellos en Palma, y que sin embargo todavía no tiene el reconocimiento que se merece por parte de su ciudad natal. Y un Espacio José Ferragut ante su propia casa sería el mejor de los reconocimientos», añade Vega.

Los impulsores de esta iniciativa consideran que Ferragut es víctima de una «memoria robada» y, advierte la directora de la UNED, continuarán reivindicando un espacio para él en Palma. «No vamos a parar hasta que la ciudad le reconozca. Además los palmesanos tienen el derecho de conocer una figura que diseñó inmuebles emblemáticos y presentes en sus vidas desde hace décadas como el edificio de GESA, en el Paseo Marítimo», afirma esta historiadora del arte y divulgadora de la obra de Ferragut.

El arquitecto y urbanista murió asesinado a los 56 años en circunstancias que nunca se han esclarecido.

El Castell de Bellver exhibe la obra del arquitecto hasta septiembre

El Castell de Bellver acoge hasta el 8 de septiembre <strong>una exposición sobre la obra de José Ferragu</strong>t, el arquitecto del edificio de GESA o de la luminosa iglesia de La Porciúncula. «No se puede valorar lo que no se conoce», reitera Judit Vega, directora de la UNED en Balears y experta en la obra de este palmesano avanzado a su tiempo. 

La exposición recorre la intensa labor de Ferragut a la hora de proyectar edificios emblemáticos, trazando la ciudad que hoy conocemos, diseñando muebles y objetos religiosos o haciendo fotos o películas sobre una isla que trató de preservar del desarrollismo. «Espido Freire visitó La iglesia de La Porciúncula y se quedó fascinada», destaca Vega en referencia a la admiración que despierta un Ferragut que, lamenta, sigue siendo poco conocido en su ciudad.

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