La fiebre inmobiliaria se contagia a las casas singulares de Palma: El Terreno y Cala Major, los barrios más afectados

Parte del patrimonio arquitectónico que ha dado carácter a estos barrios desde hace un siglo es codiciado por agencias inmobiliarias e inversores extranjeros de alto poder adquisitivo - Los inmuebles tratan de sobrevivir a las excavadoras sin la protección del Ayuntamiento

Casa centenaria en el corazón de El Terreno vendida recientemente a compradores franceses por más de dos millones de euros. | DM

Casa centenaria en el corazón de El Terreno vendida recientemente a compradores franceses por más de dos millones de euros. | DM / redacción. palmaredacción

Redacción

El patrimonio arquitectónico de El Terreno, Son Armadans y Cala Major, edificios y villas singulares de principios de siglo XX que definieron a estos barrios durante décadas, está hoy en manos de agencias inmobiliarias, inversores extranjeros y bolsillos de alto poder adquisitivo. La fiebre por el ladrillo que aqueja a Palma también alcanza a esta parte de Ciutat, donde inmuebles característicos tratan de sobrevivir a las excavadoras sin la protección del Ayuntamiento de Palma.

El martes ARCA dio la voz de alarma al advertir de que Son Matet, una casa señorial con torre y jardín enclavada en Cala Major desde los años 20, ha sido derribada. En la entrada cuelga un cartel de la promotora Enjoy Cala Major que levantará un nuevo inmueble. Las grúas y los nuevos desarrollos inmobiliarios dominan esta parte del barrio y confirman que es uno de los suelos más codiciados de Palma.

Bellver Adiós a la Posada y al París-Texas | DM

Casa de Son Matet, ahora demolida | ARCA / redacción. palmaredacción

La entidad proteccionista lamentó que a comienzos del 2022, meses antes de que Cala Major perdiera a Son Matet para siempre, presentó alegaciones al nuevo PGOU para que se incluyera este y otros inmuebles en el catálogo de Palma para su protección. Son una veintena de villas y casas singulares ubicadas en Son Armadans, El Terreno y el propio barrio de Cala Major que no disfrutan tan de ninguna protección y, por tanto, en riesgo de desaparecer o de sufrir rehabilitaciones que borren todo recuerdo de lo que fueron.

Bellver Adiós a la Posada y al París-Texas | DM

Una vivienda de lujo donde estuvo la Posada Bellver y el París-Texas | DM / redacción. palmaredacción

En la esquina de la calle Lleó con Josep Villalonga, en el corazón del barrio de El Terreno, acaba de venderse por algo más de dos millones de euros una casa centenaria con jardín, uno de los inmuebles que ARCA remitió a Cort para su catalogación. Katja Schrapel, propietaria de El-Terreno-immo, la agencia que ha gestionado la venta y que tiene una notable presencia en todo el barrio, explicó que los nuevos propietarios son un matrimonio francés con hijos que residen en El Terreno desde hace años y que utilizarán la casa como primera vivienda.

Bellver Adiós a la Posada y al París-Texas | DM

Reforma en un chalet del siglo XIX en El Terreno. | DM / redacción. palmaredacción

El inmueble, de 278 metros cuadrados y enclavado en una parcela de 589, necesita de una profunda reforma. Y Schrapel confirmó que no cuenta con ninguna protección. «Pueden hacer lo que quieran», manifestó.

En la misma calle Josep Villalonga, unos metros más adelante, el pintoresco hostal Corona vuelve a estar a la venta por cinco millones de euros. Los inversores suecos que lo adquirieron en 2021 para convertirlo en un hotel boutique abandonaron el proyecto por un problema familiar, por lo que el emblemático alojamiento y restaurante vuelve a estar en el mercado. «Ya nos han llegado tres o cuatro ofertas de inversores, alguno en concreto especialmente interesado», subrayó el pasado martes el copropietario del hostal, Cristóbal Navarro. «Esta es la nueva milla de oro de Palma», añadió.

Otro de los inmuebles singulares para los que ARCA solicitó protección se ubica en la calle Bellver. Hasta hace unos años fue la Posada de Bellver, y anteriormente acogió el mítico bar París-Texas. El lugar en el que durante años se ofrecieron conciertos y se sirvieron copas será una villa de lujo que en estos momentos construye la inmobiliaria y promotora suiza Riva Balear.

A juzgar por la maqueta que publica la web de esta agencia, al menos el exterior del inmueble será bastante fiel al original.

Cuestión de voluntad

También es objeto de una profunda rehabilitación un chalet que se levanta en la calle Robert Graves desde finales del siglo XIX, también propuesto por ARCA para su protección. Los trabajos están en su fase final y el edificio resultante será relativamente fiel al original. Pero, una vez más, depende de la voluntad del constructor o del propietario mantener la singularidad del inmueble o levantar otro a su gusto.

«En febrero del año pasado presentamos alegaciones al PGOU y pedimos al Ayuntamiento una revisión exhaustiva del catálogo de edificios protegidos. Pero nunca hemos recibido una respuesta. El catálogo es una buena herramienta de protección si está bien desarrollado, pero si no es así todo lo que está fuera es ser susceptible de ser destruido. Y Palma no puede permitirse prescindir de sus inmuebles singulares, los que han dejado huella en la ciudad», valoró Àngels Fermoselle, portavoz de ARCA.

«Si un edificio no está catalogado, está a expensas de que la propiedad lo conserve. Y a veces hay suerte y otras no. Hay distintos niveles de protección, en unos casos no se puede tocar nada y en otros es más laxo. Nosotros no aspiramos a una ciudad congelada en la que no se toque nunca nada. Pero hay que proteger lo que da personalidad a los barrios, lo que los hace distintos entre sí y de otros barrios de cualquier ciudad del mundo», afirmó Fermoselle.

Otras casas singulares que figuran en el listado de ARCA se comercializan como alquileres turísticos. Es el caso de Can Rovira, que presenta como gran atractivo de su amplia terraza con vistas a Cala Major.

Otros inmuebles para los que ARCA propone su catalogación parecen abandonados. Es el caso de un chalet singular ubicado en la calle Son Armadans, en el barrio del mismo nombre, o el de un edificio regionalista de 1940 que se ubica en el número 309 de la calle Joan Miró y que la entidad conservacionista define como «el único edificio original de Sant Agustí superviviente en primera línea de costa». Hoy este inmueble que hasta hace unos años fue ocupado por dos restaurantes destaca por los grafitis que decoran su fachada.

Son Matet: La antigua casa señorial con torre de Cala Major es hoy un solar  

Son Matet es una de las víctimas más notorias de la fiebre inmobiliaria que aqueja a Son Armadans, El Terreno y Cala Major, el barrio que dominó desde su atalaya durante casi un siglo. Las excavadoras derribaron hace unos meses este edificio singular, presumiblemente para construir una promoción de lujo en su lugar. ARCA dio la voz de alarma el pasado martes al constatar la pérdida de otro inmueble singular. Y lamentó que meses antes de su derribo instó al Ayuntamiento a catalogarlo para protegerlo, igual que otros inmuebles característicos de esta parte de la ciudad y que pueden correr la misma suerte. 

Solar donde se levantaba Son Matet, en Cala Major.

Solar donde se levantaba Son Matet, en Cala Major. / DM

Cala Major: «Que dignifiquen el barrio, no se ha hecho nada en cuatro años»

Francisca Bennàssar, vecina de Sant Agustí y Cala Major, criticó el «abandono» del barrio por parte del Ayuntamiento esta legislatura, y advirtió de dos problemas crecientes: la existencia de pisos patera en los que se hacina sobre todo población inmigrante, y la proliferación de locales de masajes chinos —<strong>en realidad locales de prostitución encubierta</strong>—. «No queremos vivir en un barrio rojo. Ha habido un completo abandono por parte del Ayuntamiento», criticó esta vecina

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