"No necesitamos ningún milagro, sino que haga su trabajo y se cumpla la ley en el barrio". Hartos de los problemas de incivismo en la barriada de Palma y del desmadre de cada fin de semana, los vecinos del barrio de Santa Catalina han querido responder a las declaraciones del alcalde de Palma sobre sus permanentes denuncias.

 José Hila declaró el lunes que espera que la mayor presencia policial sirva para "reconducir" la situación creada en Santa Catalina por la generación de actos incívicos, ruidos y ocupaciones excesivas de la vía pública. Sin embargo, y en la línea de la teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Joana Maria Adrover, manifestó que, por el momento, no se plantean por parte del equipo de gobierno la adopción de medidas adicionales en esta barriada. Explicó que Santa Catalina se ha incluido este año en el refuerzo veraniego policial, al igual que la Platja de Palma, puesto en funcionamiento desde el pasado día 2 de mayo, por lo que, hay que esperar a ver sus resultados porque "milagros no podemos hacer. No comenzamos el refuerzo policial un día y al día siguiente ya no existen los problemas", subrayó.

En cuanto a la presencia policial, la Associació Veïns Barri Cívic mantiene sus quejas y exige que los agentes patrullen a pie por la barriada. "La policía, si no baja del coche y no notifica y sanciona los incumplimientos reiterados de normativa municipal, no sirve por nada. Solo para gastar gasolina", lamenta la entidad.

En sus declaraciones sobre Santa Catalina, Hila insistió en que desde el ayuntamiento "no nos hemos cruzado de brazos y hemos puesto en la calle lo que tenemos: la policía", pero "debemos esperar un tiempo a ver los resultados, porque nada es inmediato", señaló. "Después de dos años con restricciones en los que nadie podía salir a la calle ahora hay más molestias porque, en parte nos damos cuenta de que ahora hay más gente y las molestias nos afectan más". Y afirmó que "volver a la vida tiene estas cosas". A lo que los vecinos han replicado: "¿De verdad señor alcalde que no se está burlando de nosotros".

Ante la poca eficacia de las medidas del Ayuntamiento de Palma, los vecinos llevan dos semanas exponiendo y detallando todas las razones del desamparo frente a los ruidos, el consumo de alcohol en la calle, el botellón y los excesos de los bares y restarantes de la zona añadiendo cada días nuevas denuncias de residentes que la Policía no atiende.