El mercado payés de Mercapalma reclama ayuda al ayuntamiento de Palma ante el peligro de desaparecer

También pide la implicación de la dirección general de Soberanía Alimentaria del Govern

Imagen de archivo del situado de pequeños productores dentro de Mercapalma, que se monta tres días a la semana.

Imagen de archivo del situado de pequeños productores dentro de Mercapalma, que se monta tres días a la semana. / Montse Terrasam.t.

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Los payeses que acuden a vender a Mercapalma reclaman a Cort un plan de viabilidad y denuncian que esperan desde hace meses una solución para el situado de productores, gestionado por Camp Mallorquí y que acumula miles de euros en pérdidas, debido a la disminución de vendedores y de clientes.

Miquel Gual, presidente de la cooperativa Camp Mallorquí, no oculta su enfado después de esperar más de un mes una reunión con el regidor de Promoción Económica, Rodrigo Romero, y después de que los payeses comenzaran a alertar de su situación al gerente de Mercapalma en septiembre del año pasado, cuando solicitaron una primera reunión.

El número de payeses que participan en este situado de productores y las ventas han caído en los últimos años debido al cambio de modelo económico, explica Gual. En estos momentos, hay unos 25 agricultores para un espacio que estaba pensado para 250 puestos de venta. En 2020, Camp Mallorquí registró unas pérdidas de 14.000 euros, la diferencia entre lo que paga a Mercapalma por el espacio que alquila y lo que cobra a los payeses, indica el presidente de la cooperativa, quien asegura que su entidad no quiere dejar en la estacada a los pequeños productores. Es por ello que reclama ayuda de las instituciones que defienden la economía circular y el producto local. «El movimiento se demuestra andando. Quiero ver si este gobierno de izquierdas es capaz de practicar lo que dice», remata el presidente de Camp Mallorquí.

El número de vendedores es cada año menor. | GUILLEM BOSCH

El número de vendedores es cada año menor. | GUILLEM BOSCH / Montse Terrasam.t.

Esta cooperativa y los payeses que aún acuden a Mercapalma tres veces por semana a vender sus productos reclaman un plan de viabilidad y de promoción de este situado de productores en el que se implique no solo el Ayuntamiento de Palma, sino también el Govern, debido a que cuenta con la Dirección General de Soberanía alimentaria. Además, Gual remarca que sus clientes no son solo de Ciutat, sino de toda la isla, por lo que considera que el resto de administraciones deben colaborar.

Lo que sugieren Camp Mallorquí y los productores locales es que «ya que hay una parte que pierde dinero (la cooperativa) y otra parte que deja de ganar (Mercapalma), que se haga una propuesta conjunta hacia otras administraciones» y poder mantener este modelo de venta, al igual que se ha ayudado al matadero o a los comerciantes.

Los clientes de estos payeses también han disminuido. | GUILLEM BOSCH

Los clientes de estos payeses también han disminuido. | GUILLEM BOSCH / Montse Terrasam.t.

Sin embargo, después de plantear su situación al gerente de Mercapalma, Jeroni Barbón, siguen a la espera de reunirse con el regidor del área. «Debe tener una agenda muy apretada o le preocupa muy poco esta cuestión», denuncia Gual, quien considera esta actitud «una falta de respeto hacia los productores». «Si no se puede revertir esta situación, que lo digan», añade Gual sobre las semanas que llevan esperando la reunión con el regidor.

En 2019, el producto local solo suponía el 23% de las ventas de Mercapalma, una cifra que representa «bastante poco», según Gual, si además se tiene en cuenta que en ese porcentaje se incluyen las sandías de Agroilla y los tomates de ramallet de Agromallorca, por lo que el resto de productos es «prácticamente nada».

Previsiones muy pesimistas

Si no consiguen la ayuda institucional, Miquel Gual, presidente de la cooperativa Camp Mallorquí, y los productores vaticinan que este situado de payeses en Mercapalma acabará cerrado, como ha pasado con otros mercados municipales.

Los payeses aseguran que cada vez hay menos movimiento, a diferencia de décadas atrás, cuando no cabían en el espacio del que disponían y los productores se colocaban por encima de las aceras.

Lo que se conoce como situado de productores era un mercado que se montaba en la Porta de Sant Antoni y ocupaba parte de las avenidas, recuerda Miquel Gual.

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