Al batle de ses Salines

Ponç Vaquer i Jaume

A los árboles se les caen las hojas con el cambio de estación de verano a otoño. Igualmente se puede decir de los políticos, que se les caen las promesas y alguna cosa más, como la dignidad, cuando han pasado los períodos electorales. O si no que se le pregunten al Alcalde de Ses Salines, quien, el verano pasado prometió realizar cambios en el campito de fútbol del Parque de’s Pou de’n Verdera.

Cambios aprobados y comprometidos, por el Alcalde en Junta de Distrito de Sa Colónia de Sant Jordi, y posteriormente aprobados en sesión plenaria en el Ayuntamiento de Ses Salines.

Dichas promesas una vez pasadas las elecciones locales, autonómicas y generales, se han caído y podrido en el suelo, tal cual las hojas perennes de los árboles.

También se le ha caído la dignidad, ya que ni siquiera se digna a contestar los requerimientos que se le hacen desde el vecindario.

Dichos acuerdos que fueron aprobados en Junta de Distrito y posteriormente en sesión plenaria de la Corporación de Ses Salines, acuerdos no mandatados ni realizados por el edil salinero, tienen un nombre en el Código Penal prevaricación, que se denomina a todo aquello que los ediles y regidores no ejecutan a pesar de tener un mandato plenario de su realización.

Ya lo dice claro el refranero mallorquín. «Si vols conèixer un home dali mando».

Salut, bon vent i barca nova Sr. Batle.