La fractura en UGT-Baleares bloquea la posibilidad de tener un nuevo secretario general de consenso

La mayor federación del sindicato no ve posible que el dimisionario Lorenzo Navarro tenga un sustituto apoyado por todos

Se inician los contactos con la dirección estatal para crear una gestora

UGT-Servicios cree que ya no puede haber un nuevo secretario general de consenso en las islas

UGT-Servicios cree que ya no puede haber un nuevo secretario general de consenso en las islas / B.RAMON

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

La federación más importante de UGT en Balears considera rota la posibilidad de que el próximo secretario general del sindicato en las islas sea de consenso, y advierte que solo va a representar a la mitad de la organización. El máximo responsable de la sectorial de Servicios (que agrupa a la hotelería, comercio y transportes), José García Relucio, subraya que las maniobras desarrolladas desde las federaciones de Servicios Públicos y de Construcción para provocar la dimisión de Lorenzo Navarro registrada ayer rompen las opciones que podían existir para alcanzar un acuerdo en esta materia de cara al congreso previsto para principios del próximo año.

Solo hay un punto en el que coinciden el secretario general de la federación de Servicios, García Relucio (que respalda a Navarro), y sus homólogos en las sectoriales críticas con el dirigente saliente, como son Miguel Angel Romero, de Servicios Públicos, y Sonia Saavedra, de Industria y Construcción, y es que la desaparición de la comisión ejecutiva y su sustitución temporal por una gestora no va a afectar ni a los afiliados ni a la negociación colectiva, dada la independencia con la que actúan dichas federaciones en el seno del sindicato.

Lorenzo Navarro

Lorenzo Navarro / MANU MIELNIEZUK

Contactos con Madrid

En este aspecto, ayer se iniciaron los contactos con el vicesecretario general de Organización de la UGT estatal, Rafael Espartero, para crear una gestora que se ponga al frente de la organización hasta que se celebre el congreso para la elección de un nuevo secretario general en las islas, previsiblemente a principios de 2025.

A partir de ahí, las interpretaciones de lo sucedido difieren de forma absoluta. Romero y Saavedra defienden que la caída de Navarro se explica por problemas entre personas dentro de la comisión ejecutiva, «como sucede en todas las familias», lo que provocó que los representantes de estas dos federaciones críticas dimitieran el pasado mes de diciembre y ahora se haya querido forzar la salida de Lorenzo Navarro y de los otros tres componentes procedentes de la sectorial de Servicios.

García Relucio rechaza ese análisis y esgrime que el objetivo de las sectoriales críticas ha sido poner fin al hecho de que el secretario general de UGT en las islas fuera un miembro de la federación de Servicios que él lidera, al ser la que cuenta con una mayor cifra de delegados. Por ello, califica lo sucedido como una «lucha de poder entre federaciones».

José García Relucio

José García Relucio / GUILLEM BOSCH

División interna

Ante las maniobras para provocar la dimisión de Navarro, el máximo responsable de UGT-Servicios advierte ya que previsiblemente el futuro secretario general del sindicato en el archipiélago será un representante de la sectorial de Servicios Públicos pero que no va a tener el apoyo de su federación, lo que supone contar con el respaldo de solo la mitad de la organización.

En cualquier caso, García Relucio adelanta que tanto Navarro como los otros tres componentes de la ejecutiva que ayer dimitieron podrán disponer de un cargo en su federación por considerar que son personas «extraordinariamente válidas».

Versión de los críticos

Miguel Angel Romero

Miguel Angel Romero / Mar Sierra

Miguel Angel Romero prefiere no dar detalles de los problemas que han desembocado en la dimisión de Lorenzo Navarro alegando que se trata de una cuestión interna del sindicato, y se limita a lamentar que se haya hecho pública la carta de renuncia por el daño que eso puede hacer a la organización.

Sonia Saavedra

Sonia Saavedra / GUILLEM BOSCH

Por su parte, Sonia Saavedra también cree que hubiera sido preferible que no se conociera ese documento pero añade que la situación a la que se había llegado, con problemas de convivencia en el seno de la comisión ejecutiva, ya no se podía solventar con el diálogo.

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