Prohens no aclara si votaría a un tránsfuga para presidir el Parlament

La presidenta del Govern no confirma si está dispuesta a dar su apoyo a los diputados rebeldes en caso de que el partido de Abascal decida expulsarlos

El vicepresidente Antoni Costa tampoco responde: «Si se da, ya veremos qué hacemos»

Idoia Ribas, ayer frente al Parlament.

Idoia Ribas, ayer frente al Parlament. / Guillem Bosch

El Govern considera que la grave crisis que vive Vox en Balears y que afecta directamente al Parlament es «totalmente ajena» al ejecutivo autonómico a pesar de que gobiernan gracias al apoyo de sus diputados al tener solo 25 escaños. Además, los diputados del PP fueron fundamentales para entronizar a Gabriel Le Senne, ahora defenestrado por sus propios compañeros. «No afecta ni afectará», reitera Marga Prohens, quien ha decidido no pronunciarse acerca de si votaría a favor de que un diputado tránsfuga de la ultraderecha presida la Cámara balear, a pesar de que el vicepresidente, Antoni Costa, reconoció ayer que «la estabilidad esta semana parece estar comprometida, exigimos que vuelva la cordura».

A pesar de la insistencia de los periodistas, el portavoz del Govern tampoco aclaró cuál es la posición de su gobierno al respecto: «Usted sabe la respuesta que le daré. Entiendo perfectamente la pregunta, pero es un escenario que no contemplamos. Y si se da, ya veremos qué hacemos. El Govern actuará según lo que se vaya produciendo. Si se produce la ruptura total, que espero que no, ya veremos cómo lo abordamos».

Para intentar situar el foco lo más lejos posible del Govern, el portavoz insiste en que la crisis que se ha producido esta semana «afecta a un partido ajeno» a su gobierno porque, defiende, es «un gobierno monocolor del PP». Por este motivo, Costa «anima» a Vox a que lo resuelva «lo más rápido posible» porque los populares tienen un Govern «sólido, cohesionado y que sigue a rajatabla la hoja de ruta que tenemos marcada».

Por este motivo, el vicepresidente reitera que el objetivo principal es que el grupo parlamentario vuelva a estar formado por siete diputados para recuperar la «normalidad» después de una semana en la que las islas han vivido «una situación lamentable».

Asimismo, insiste en que se trata de una crisis que el PP no ha provocado y que, por ello, «nosotros estamos en disposición de cumplir ese acuerdo y exigimos que la otra parte cumpla con lo suyo», aunque no concreta quién es la otra parte, si Vox como partido o Vox como grupo parlamentario.

Sobre la estrategia que están siguiendo desde el Govern para «reconducir» esta crisis de Vox, Costa explica que ha habido contactos tanto con la dirección nacional como con el grupo parlamentario: «Nosotros lo que pedimos es: oiga, resuelvan esta crisis porque esta crisis es suya. Nosotros no la hemos provocado. Todos los ciudadanos de Balears saben perfectamente que esta crisis se venía larvando desde hace tiempo. Sabíamos que había divisiones internas».

Por este motivo, el Govern trata de alejarse de las consecuencias de la crisis aunque reconoce que estas «discrepancias» dentro del partido han supuesto «más dolores de cabeza de lo que hubiera sido deseable». El conseller de Hacienda sitúa el inicio de las turbulencias políticas en el rechazo del grupo parlamentario de Vox al primer techo de gasto que presentaron y envía un mensaje a la ultraderecha: «En beneficio de los ciudadanos: ¿podrían hacer el favor de entenderse y que no se monten este tipo de espectáculos?».

Una tregua entre facciones

Tras una semana de guerra abierta entre los cinco diputados díscolos de Vox y la cúpula de Santiago Abascal, la situación ha dado un giro de guión, con ambas facciones pactando una tregua y buscando una salida para reconducir la crisis interna del partido en Balears. Un hecho que se ha podido comprobar con la decisión del presidente del Parlament abortando in extremis la reforma urgente contra el transfugismo por orden de la dirección nacional del partido con el objetivo de acercar posturas.

Según argumenta la portavoz de los sublevados, Idoia Ribas, el grupo parlamentario espera recibir una propuesta desde Madrid que solucione el conflicto de manera satisfactoria para todas las partes. «Nosotros seguimos con la mano tendida pero todavía no hemos hablado con nadie de la dirección nacional». Una postura que, según explica Ribas, trasladaron este jueves Sergio Rodríguez y Agustín Buades a Le Senne, afín a las directrices de Abascal, durante la reunión que se produjo en su despacho. «Se lo hemos hecho saber al presidente del Parlament para que se lo traslade a los órganos pertinentes del partido a nivel nacional».

Obligado a ceder

En este sentido, fuentes vinculadas a los diputados rebeldes tienen constancia de que Abascal está trabajando en buscar una solución para acabar de una vez con una crisis que también le puede pasar factura a nivel nacional. No obstante, está por ver cuál de las dos partes cede para llegar a un punto común. Así, Le Senne se niega a cesar como presidente de la Cámara balear, algo que le reiteró este jueves a los diputados tránsfugas en el encuentro con Rodríguez y Buades. Por su parte, los díscolos siguen exigiendo que el todavía presidente del Parlament dimita para que sea uno de los cinco quién ocupe su cargo, y a cambio readmitir tanto a Le Senne como a Patricia de las Heras en el grupo parlamentario.