Daniel Ruiz, presidente de la Societat Balear de Matemàtiques: «Hay alumnos que odian las matemáticas, hemos de afrontarlo»

El profesor ve clave «desbloquear» a los escolares y también a los estudiantes de Magisterio, para evitar que éstos luego transmitan su frustración con los números a sus alumnos

Daniel Ruiz, doctor en Matemáticas y profesor de la UIB.

Daniel Ruiz, doctor en Matemáticas y profesor de la UIB. / Manu Mielniezuk

Mar Ferragut Rámiz

Mar Ferragut Rámiz

Daniel Ruiz, presidente de la Societat Balear de Matemàtiques SBM-XEIX, valora que el Gobierno haya «admitido» que hay un problema con la competencia matemática, como primer paso necesario para poder solucionarlo. Él ve necesarios hablar del «elefante en la habitación»: el hecho de que «hay alumnos que odian las matemáticas». Señala rotundo que «hay que afrontar esta aversión, este bloqueo». Y, eso, advierte no es «hacer el payaso», ni pretender que la clase de Matemáticas sea pura diversión ni hacer creer que son fáciles, ni pasar de los contenidos esenciales.

Conseguir acabar con ese categórico ‘yo no valgo para esto’ y con la ansiedad matemática referida por PISA y lograr que los alumnos tengan «mentalidad de crecimiento» (que crean que con tiempo y esfuerzo pueden mejorar en todo, también en matemáticas) supone cambiar cómo se hace el acercamiento a la asignatura (y sí, eso sería lo que la LOMLOE denomina «matemáticas socioafectivas» y que tanta broma ha generado en redes sociales).

«Todos los alumnos pueden pensar y razonar», zanja el matemático. Y eso es importante que lo sepan los alumnos y también los maestros: aplicado a sus pupilos (que no den a ninguno por perdido) y a ellos mismos (que no se metan en el grupo de ‘negados’).

Ruiz da clases de Didáctica de las Matemáticas en los grados de Educación Infantil y Primaria en la UIB y ha visto en sus clases que existe un círculo vicioso: la mayoría de sus alumnos le reconocen a principio de curso sentir «ansiedad», «frustración» o «inseguridad» a la hora de Matemáticas y cree que «después, sin querer, transmiten esa ansiedad a sus estudiantes».

«Si a los 50 años la gente puede aprender un instrumento, también puede aprender matemáticas», anima, pero hay que saber cómo. Para ser un buen profesor de esta asignatura, defiende, hace falta tener un conocimiento «sólido», pero también saber «cómo aprenden los niños y cómo se les puede enseñar mejor, y por aquí es por dónde fallamos». Cree imprescindible más formación docente para asumir de verdad la enseñanza por competencias que ha traído la LOMLOE y evitar los «bloqueos»: «Muchos no saben qué han de hacer y siguen igual».

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