El exalto cargo del Govern acusado de abuso sexual alega que estaba ebrio

Juan Antonio Serra Ferrer no niega haber besado y lamido la cara a una mujer, pero sostiene que "no actuó en ningún caso con ánimo libidinoso"

El acusado esgrime dos atenuantes de intoxicación etílica y reparación del daño para rebajar una posible condena

El destituido Juan Antonio Serra Ferrer junto al vicepresidente Antoni Costa.

El destituido Juan Antonio Serra Ferrer junto al vicepresidente Antoni Costa.

Marcos Ollés

Marcos Ollés

Juan Antonio Serra Ferrer, el exalto cargo del Govern procesado por abuso sexual a una mujer y una agresión a un policía, alega que estaba ebrio cuando ocurrieron los hechos. En su escrito de defensa, presentado en el juzgado que instruye el caso ante la petición de tres años de prisión por parte de la Fiscalía, no niega haber besado y lamido la cara a una mujer en un restaurante de Palma, sino que sostiene que no actuó con ánimo sexual. Sí rechaza haber atacado a los agentes de la Policía Nacional que lo detuvieron. Serra Ferrer, destituido después de que Diario de Mallorca revelara su situación, reclama su absolución, asegurando que no existe delito, pero plantea dos atenuantes ante una posible condena. Por un lado, la de reparación del daño porque ha consignado 2.000 euros para indemnizar a la denunciante. Por otro, la de intoxicación etílica, pues según su versión la cantidad de alcohol que había bebido aquella noche mermaban sus facultades mentales. 

Serra Ferrer, amigo personal del vicepresidente del Govern Antoni Costa, quien lo nombró en agosto pasado gerente de la Entidad Pública Empresarial de Telecomunicaciones e Innovación de les Illes Balears (Ibetec) a sabiendas del proceso judicial por abuso sexual en el que estaba inmerso. Las informaciones que este diario publicó en primicia a finales de noviembre sobre la apertura de juicio oral y la petición de tres años de prisión para él provocaron una enorme tormenta política y una grave crisis en el Govern. Costa admitió que era conocedor del proceso judicial contra Serra Ferrer cuando lo nombró y desvinculó a la presidenta Prohens del nombramiento. 

Los hechos ocurrieron hacia la medianoche del 28 de mayo de 2022 en un restaurante del Passeig Mallorca, en el centro de Palma. Serra Ferrer, «con una evidente intención libidinosa», según la Fiscalía, se acercó a una mujer que estaba en el local con un grupo de familiares y amigos y a la que no conocía de nada. El hombre abordó a la víctima cuando estaba sentada en un taburete y «la agarró fuertemente de la cabeza, atrayéndola hacia él para intentar besarla», narra la Fiscalía. La mujer opuso resistencia, pero Serra Ferrer insistió y le lamió con la lengua toda la cara.

En el establecimiento se formó un considerable revuelo y alguien llamó a la Policía Nacional. Una patrulla se presentó en el restaurante en cuestión de minutos. Cuando el acusado descubrió la presencia de los agentes, echó a correr por la zona de Jaume III. Pese a que los policías le dieron el alto varias veces, Serra Ferrer no se detuvo. Cuando los funcionarios consiguieron darle alcance, le propinó «un fuerte puñetazo en la parte derecha de la mandíbula» a uno de ellos «con intención de menoscabar el principio de autoridad» y forcejeó después con él, causándole lesiones en un hombro. Serra Ferrer fue entonces detenido y trasladado a comisaría. Quedó en libertad horas después.

Juan Antonio Serra Ferrer, licenciado en Economía y en Administración y gestión de empresas, compaginaba entonces su trabajo en una empresa del sector sanitario con su labor como profesor asociado en la UIB. Ante la repercursión mediática que tuvo su detención, el consejo de dirección de la institución académica acordó abrir un expediente y suspender su relación con Serra Ferrer como medida cautelar. «Cualquier conducta que atente contra la dignidad y los derechos de las personas no es tolerable para una institución que mantiene un firme compromiso social y busca transmitir los valores cívicos y democráticos», señaló entonces la UIB en un comunicado.

Tras ser apartado de la labor docente, Serra Ferrer se quedó también sin su trabajo principal tres meses después, en septiembre de 2022, según su currículum publicado en el portal de transparencia del Govern. Pese al procedimiento judicial abierto contra él por la agresión sexual, fue fichado por el Govern el pasado 2 de agosto al ser nombrado director gerente del Ibetec, la entidad pública que gestiona las torres de telecomunicaciones de Balears vinculada con la conselleria de Economía y Hacienda. De acuerdo con el portal de transparencia del Govern, Serra Ferrer percibía por ello 57.000 euros anuales.

La Fiscalía señala en su escrito de acusación que la mujer de la que supuestamente abusó sufrió lesiones cervicales y ansiedad, así como un agravamiento del trastorno mental que ya padecía. El policía al que agredió tuvo que ser atendido en un centro médico y tardó dos semanas en recuperarse de las contusiones. Por estas lesiones y secuelas, el ministerio público solicita que Serra Ferrer indemnice con 2.360 euros a la mujer y con 540 al agente. El hombre ha consignado 2.000 euros para hacer frente a estas posibles compensaciones, por lo que la Fiscalía le aprecia la atenuante de reparación del daño.