Los médicos de Mallorca discrepan sobre las autobajas responsables de los propios ciudadanos

Mientras unos opinan que ayudarán a descongestionar las consultas, otros señalan que se trata de un acto médico que solo se concreta tras una revisión

Pacientes esperando su  turno en una sala de  espera de Atención Primaria.

Pacientes esperando su turno en una sala de espera de Atención Primaria. / GUILLEM BOSCH

I. Olaizola

I. Olaizola

El anuncio de la ministra de Sanidad, Mónica García, de que baraja la posibilidad de promover una autodeclaración responsable de las bajas laborales por una enfermedad leve durante los tres primeros días de la misma por parte de los ciudadanos afectados, divide a los profesionales sanitarios que hasta el momento están realizando estas labores.

Mientras unos piensan que esta medida ayudará a descongestionar las consultas de Atención Primaria en unos momentos en los que la presión asistencial es muy alta por la proliferación de enfermedades respiratorias, otros señalan que una baja médica solo la puede conceder un médico y asimismo dudan de su posible encaje jurídico.

La doctora Caterina Vicens, médica de familia en el centro de salud de Son Serra La Vileta, señala que tanto ella como sus compañeros «estamos a favor de las autobajas. Es una vieja reclamación de Atención Primaria medidas para desburocratizar las consultas de este nivel asistencial», recuerda.

Esta medida se aplicaría con procesos banales como migrañas, gastroenteritis o dismenorreas (dolor uterino en el momento de la menstruación) que, subraya Vicens, «el propio paciente sabe muy bien como tratar».

"Si le creo yo, ¿por qué no le va a creer su jefe?

La médico de familia explica que en una jornada laboral normal, aparte de visitar a cerca de 30 pacientes diarios previamente citados, «nos llegan otros diez más de urgencia. Y entre el 70% y el 80% de ellos vienen a solicitar una baja médica por un malestar ya pasado porque su empresa se lareclama. Yo no cuestiono lo que me refiere el paciente sobre unas molestias que ya han desaparecido así que, ¿si le creo yo, porque no le puede creer su jefe?», se pregunta.

Esta facultativa matiza que la implantación de esta medida requiere de un grado de responsabilidad social por parte de la ciudadanía. «A la gente, cuanto más responsabilidades le das, más responsable se hace», argüye en favor de su puesta en marcha y más aún en el actual contexto de falta de médicos de familia y en una situación de epidemia de gripe en aumento.

Cuestionada sobre si no piensa como otros compañeros que se trata de un acto médico que solo se concreta tras una exploración y diagnóstico por parte de un facultativo, la doctora Vicens matiza que en puridad no se trata de una baja médica sino de una autodeclaración responsable de una enfermedad.

Opinión muy diferente mantiene un compañero de profesión que prefiere mantener el anonimato para evitar confrontaciones con sus colegas sabiendo de antemano que muchos de ellos estarán a favor de esta medida para quitarse trabajo burocrático de encima en un momento asistencial complicado y pese a que piensa que esta no es una actitud responsable.

«Las bajas médicas deben darse tras una revisión por parte de un facultativo», asienta deplorando que tras la pandemia el ojo clínico del médico se haya transformado en un oído clínico aludiendo a las cada vez más habituales consultas telefónicas.

«Hay legislación que marca que la emisión de una baja médica solo se puede producir tras un reconocimiento médico por lo que dudo sobre su posible encaje jurídico», señala preguntándose que será lo próximo, «¿una autosolicitud de una prueba complementaria?».

Nunca con carácter retroactivo

También desmonta una de las argumentaciones de la doctora Vicens recordando que «tenemos completamente prohibido dar bajas con carácter retroactivo. Si no puedes acreditar la enfermedad, no la puedes dar», zanja recordando asimismo que como medida de desburocratización de la Atención Primaria ya se propuso que las indisposiciones de los trabajadores fueran valoradas por los servicios medicos de las empresas y mutuas laborales algo que, en su opinión, sí evitaría que muchas urgencias llegaran a los centros de salud.

Por parte de Inspección médica del Servei de Salut señalan que este último se rige por el decreto 625/2014 por el cual una baja laboral requiere un reconocimiento médico que sea llevado a cabo por un facultativo. 

Una declaración jurada no puede equipararse o estar a la altura de un reconocimiento médico llevado a cabo por un facultativo para determinar si una persona está capacitada o no para ejercer su trabajo. En este sentido, el carácter leve de una enfermedad solo lo puede determinar un medico.

Alicia Navarro, presidenta de la SEMG en Balears, una de las sociedades científicas de Atención Primaria, sí se muestra a favor de estas autobajas confiando en el «buen hacer» de la población y esperando que sirva para la descongestión y la insistentemente reclamada desburocratización de este nivel asistencial. También el Colegio Oficial de Enfermería (COIBA) aboga que, por estos motivos, «debería tomarse en consideración la propuesta del ministerio de Sanidad».

Ya por último, la doctora Ana Moyà, presidenta de Semergen, otra de las sociedades científicas de Primaria, tras asegurar que puede entender las reclamaciones de sus compañeros porque «mientras hacemos papeles no curamos enfermos», subraya que las bajas médicas surgen tras un acto médico que incluye una exploración, un diagnóstico y un tratamiento y sugiriendo como su compañero que las bajas de los trabajadores las deberían gestionar las mutuas laborales.

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